Pues resulta que a unos tíos antiguos de baratillo les matan al jefe, y el crío ha de crecer para vengarlos. O algo así.
Es que no me quedó claro, porque tenía el coche ya iba para quince días parado, y tuve que bajar a cargarle la batería.

Pero vaya, que mayormente la cosa iba tal que así.

El caso es que el crío ya de mayor es como bizco, pero con mucha mala leche, y se venga de la ostia dando somantas de palos a los malos, pero de una forma un poco ridícula y sin venir a cuento. Aunque sabrán más que yo los guionistas, que para eso les pagan.

Llegando el final, mi mujer me dijo que tenía que descongelar el pan, y en eso estaba cuando acabó la película. No me supo mal porque era un cagarro, para que vamos a mentir, pero me estoy planteando comprar un microondas, que siempre será mejor –o eso creo yo- que tirarse media hora echándole el aliento a las baguettes, o como sea que ahora llamen a las barras de cuarto que no pesan más de 190 gramos. Que, además, luego están como húmedas y hacen ascos.

En fin. Que una película entretenida, si eres de los poco exigentes. Pero si eres de esos que piden guión, argumento, actuaciones buenas, y más cosas de esas para disfrutar de una peli, pues como que no. Mejor mírate otra.