No vamos a descubrir ahora a Chaplin, que sin duda es uno de los mayores genios que ha dado el cine a lo largo de su historia, sino el mejor. Sus obras ya han pasado a la historia, aunque es verdad que si nos piden a los espectadores que nombremos sus mejores obras, a la mayoría, incluido yo mismo, nos vendrían a la cabeza La Quimera de Oro, Tiempos Modernos o Luces de la Ciudad sin dudarlo. Se nos olvidaría esta pequeña joya que es El Circo, última película muda rodada por Chaplin.

Una película que me parece sencillamente maravillosa, rodada de forma que sus gags encajen en el conjunto de la película perfectamente, con un hilo conductor sencillo (como casi todos los de Chaplin) pero que muestra todas las características típicas de sus películas. Una mezcla de risas y ternura, de crueldad y romanticismo, de tristeza y de amor. Realmente esa fórmula que utiliza una y otra vez Chaplin y, sin embargo, no nos cansamos de ver nunca. Sencillamente porque eso solo lo puede hacer un genio como él.