Lo que más me ha gustado desde el primer minuto de la película es que se mantiene fiel a todo aquello que hizo famosa a la primera entrega de esta saga, además desde el primer instante de la película podemos disfrutar de una banda sonora prácticamente igual que la del film original, y que la película se desarrolle en un escenario selvático hace que este film gane muchos puntos a su favor.

Lo primero que pensé al ver a Adrien Brody como principal protagonista en el cartel promocional fue: ¿como demonios este tirillas va a poder compararse con el tío Arnold que era una masa de músculos?. Pues para mi sorpresa Adrien cumple muy bien con su papel, convirtiéndose en un tipo duro, carismático, que usa muchas veces el cerebro mas que la fuerza, dispuesto a putear a las otras presas con tal de salvarse (vamos un poco cabrón), y que va a su bola durante toda la película sin importarle lo que le suceda a los demás. Además se ve que se ha pasado por el gimnasio en las escenas en las que tiene que enseñar músculo.

Pero no todo en esta Predators iban a ser puntos favorables, pues para mi disgusto hay dos personajes que se desaprovechan completamente y que podían haber dado para mucho más (ver spoiler).

Pero al fin y al cabo la película cumple con su prometido, y eso es ofrecer un buen espectáculo de acción acompañado de una impresionante y efectista banda sonora que hace recordar constantemente la primera película.

Por lo tanto se puede decir muy, pero que muy alto, que está es la mejor secuela que se ha hecho hasta ahora de estos Depredadores, que sin llegar al nivel de la primera entrega supera y por mucha distancia a la segunda entrega de Predators, y esta a años luz de calidad que las mezclas de Alien VS Predator.