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España España · Gijón
Voto de Flow:
3
Fantástico. Ciencia ficción. Acción Un Logan amnésico investiga su pasado en el mundo del crimen organizado japonés. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrentará al letal acero samurái, sino que además mantendrá una lucha interna contra su inmortalidad, que lo hará más fuerte. (FILMAFFINITY)
22 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno es lector de comics de los de toda la vida pero no por ello erudito del personaje. Aunque es innegable hablar del carisma del viejo Logan, reconozco que nunca he sido muy fan del universo mutante.

Aún así, años de crossovers entre series, de cameos y de apariciones especiales consiguen que te forjes una idea del personaje. Una idea que, o yo estoy muy equivocado, o en nada se parece a lo que nos intenta vender el cine desde hace unos años.

Vamos a ver: Lobezno, el verdadero personaje, es un gruñón con aspecto de cuarentón que levanta poco más de metro y medio del suelo. Fuma puros compulsivamente (su organismo autocurativo impide que le afecten en modo alguno) y tiene unos poderes "feos" que le hacen ser medio hombre, medio animal. Eso desemboca en un carácter poco afable y bastante macarra, que hace que sea uno de los mejores anti-héroes que se concebieron jamás.

La mayor parte del tiempo, la preocupación principal de este sujeto es tratar de controlar su parte animal, la cual tiene la curiosa costumbre de hacerle perder el control y convertirle en una mala bestia que sólo quiere despedazar a su paso. De acuerdo que hay acontecimientos interesantes, como la muerte de Jean Grey o su prácticamente existencia inmortal, pero esos no son un grupo más de razones para justificar su carácter huidizo, solitario, rebelde y poco proclive a la aceptación de unas normas.

Partiendo de esta pequeña base, ver a uno de los guaperas de Hollywood pasear su metro noventa en los zapatos de Lobezno, ya resulta chirriante. Pero cuando descubres que, película tras película, el propio personaje tiene más un aire a Michael Landon que a Logan, que tratan de vendernos que un tío con siglos de historia encima sólo tiene recuerdos para Jean Grey o que lleva fácilmente mil minutos en pantalla y todavía no hemos visto lo que pasa con Lobezno cuando le cabreas de verdad o le haces perder parte del conocimiento racional, pues...

Claro, que éste no es Lobezno.

Y eso es lo que lleva arrastrándose desde la primera de X-Men. El verdadero Lobezno se pasaría por el arco del triunfo al bueno de Jackman y a todos los ilustres personajes que salen en este desafortunado filme. Y es que parece que no acabamos de entender la fórmula de cómo se deben tratar las películas de comics. Sobre todo en Marvel. Por lo visto, Watchmen o El caballero oscuro son cine de otro planeta que nada tiene que ver con este género, porque para nuestra querida editorial estrella, si no haces un Peter Parker peinado a lo Robert Pattinson o pones un Lobezno como Richard Gere, no estás conectando con el público.

Lobezno vestido de Armani, con corbata ni abrigo. ¿No se lo creen?. Vean la película.

Allá ellos. Aquí va mi tres.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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