Que, una vez más, es... El malo. Pensar en lo que fue Darth Vader o el mismísimo Emperador y lo que siguen siendo Snoke o Kylo Ren (aún con una evolución que le lleva a ser mucho mejor que en la anterior), es como comparar huevos y castañas. Kylo no tiene la mitad de carisma que tenía Vader (y en ésta hasta se lo dicen) y, para postre, los acontecimientos nos llevan a quedarnos absolutamente huérfanos de un malo que merezca la pena, de esos que te hiele la sangre al nivel de hasta querer que acabe triunfando por "ídolo".

¿Por qué se le ve el plumero? Porque esta película se quita la careta del todo y deja bien a las claras que la franquicia lo que quiere es estirar esto como un chicle y que para ello hay que eliminar a marchas forzadas toda la herencia y personajes de la saga anterior. Así de duro y de directo. Es algo que flota en el ambiente pero que cazas al vuelo si estás un poco atento. En este sentido, la falta de respeto no tiene límites. En una película de más de dos horas y media, la flor y nata del reparto de los episodios IV al VI, se emplean así:

- C3PO: Cuatro chorradas en una o dos habitaciones. Cero participación en el desarrollo de la historia.
- R2D2: Todo lo que él hacía, lo hace ahora BB8. Un figurante de lujo con dos intervenciones contadas.
- Chewbacca: De soldado de élite y protagonista casi principal a taxista de lujo. Conduce y conduce y conduce...

Todo sin mencionar (mucho mejor en spoiler) los destinos y papeles de Leia y Luke. Es decir: Toda la trilogía "buena" supeditados a meros comparsas de los nuevos personajes, que son dueños y señores de la pantalla. Sinceramente, creo que estos personajes se merecían muchísimo más que eso.

En resumen: La película es entretenida (quitando la parte intermedia, que puede llegar a hacerse pesadita), intenta mantener el nivel respecto a la saga que representa y tiene algunas escenas que son emoción y nostalgia pura. Rey cada vez es mejor personaje, Kylo ha dado un salto de calidad (aunque insuficiente, para mí) y Leia viene a salvar mucho del film demostrando que una breve frase suya o un plano de su rostro, marca una diferencia increíble entre lo genuino y lo que tiene el deber de sustituirles a tod@s.

Buena historia, pero lejos, muy lejos de Rogue One.