Omar Sy reaparece en una nueva película que seguramente quedara rápidamente en el olvido de quien la mire ya que es muy poco lo rescatable. Aquí la historia transcurre en un remoto pueblo francés en donde llega un médico que a diferencia del anterior, su idea es hacerse rico curando o manipulando a los pacientes hasta inducirlos en una enfermedad. Por supuesto que tiene sus escrúpulos, como una especie de Robin Hood, le cobrará mas a los ricos que a los que menos tienen y en complicidad con el farmacéutico local crean un negocio muy lucrativo que solo tiene la oposición del cura local (personaje muy poco aprovechado), ofendido porque a la población le interesa mas ir al médico que a la casa de Dios. Como cosa rescatable podemos decir que los paisajes son muy bellos, al igual que la recreación de los distintos personajes pueblerinos, pero la historia es muy endeble y hasta a veces tediosa.Dentro del elenco encontramos a Omar Sy que apela a lo de siempre, su picardia y su cara de buen tipo que le abren la puerta a cualquier sitio, como será que le abrió la de la oportunidad de ser actor, aunque muy lejos de aquel entrañable personaje de la notable Intocables. Es solo para ver si no hay otra cosa que hacer.