Entretenido film que narra las peripecias de un aclamado ejecutivo que de pronto se ve envuelto en un asesinato al mismo momento en que debe cerrar la operación mas importante de su vida como es la venta de su incipiente empresa. A partir de esta premisa este sujeto deberá tapar con las dos únicas maneras que sabe la situación en la que se ve envuelto, dinero y mentiras. Así se verán involucradas algunas personas y con un investigador que quiere darle caza si o si y hará cualquier cosa, hasta por fuera de la ley, para atraparlo. Con una actuación sólida de Richard Gere, que de estos personajes sabe interpretar, logra desenvolverse y transmitir esa sensación de agobio constante en su intento por tapar la verdad, Tim Roth sobrio como el policía que no se detiene ante nada y en un papel desperdiciado y casi decorativo Susan Sarandon como la esposa que solo tendrá alguna pequeña incidencia al final de la película pero que para nada logra aportar lo que con otro guión se hubiera podido aprovechar de mejor manera semejante actriz. En síntesis, con un Gere en plena forma este thriller logra salir de la medianía, mas allá de ese final que poco ayuda a aumentar su puntuación.