Con poca similitud con su película antecesora, lo único que coincide es el director y el detective (aquí haciendo casi de secundario). La trama comienza cuando son encontradas unas manos en un canal por una policía que arrastra problemas familiares. A partir de allí comenzará la investigación y en gran parte el tedio ya que dura dos, por momentos, interminables horas, en donde la confusión, subtramas que poco aportan y un final que se decanta solo llevan ser un film que no convence. Realmente nada tiene que ver con la primera, en donde el suspenso era moneda corriente y los personajes lograban empatizar. Dentro de las actuaciones no se destaca nadie estando todos correctos sin sobresalir absolutamente nadie. Una decepción ya que esperaba otra cosa especialmente por el primer film.