Olvidémonos de Wanda y disfrutemos solo de la película, de la comedia, y riámonos con la película del discreto Schepisi y los brillantes Cleese, Kline, Palin y la brillantísima Jamie Lee Curtis.

Toda crítica que se centre en Wanda es injusta porque se la valora no por ser Criaturas Feroces, sino por no ser Wanda. Cuando en verdad la película tiene escenas épicas (si hablamos de comedia, claro) porque es difícil con John Cleese por en medio no conseguir tan altos resultados.

Para los que no la conozcan, sin dudas les recomiendo ver la película. Lo peor que tiene, que su ritmo es desigual, pero sin lugar a dudas el resultado final es realmente divertido. Para los que la hayan visto, les recomiendo que si tienen la oportunidad de volver a verla: véanla y vean las fieras criaturas que habitan el zoo y las inmaduras que quieren dirigir el zoo, y riánse los enormes gags que tiene la película. Y este punto me lleva otra ve al punto más flojo de la película. Decía que su ritmo es desigual, sin duda, pero para bien o para mal es seguramente porque el argumento sólo pretende (o eso parece) hilar diferentes gags (muy buenos ellos) a través de una historia un poco floja o contada con poca convicción (como decía al principio de la crítica Schepisi siempre roza la discreción).

Apunte final, Schepisi contó con Jerry Goldsmith para la banda sonora (lo había hecho antes en The Russia House) y sólo decir que si bien fue un trabajo discretito, tampoco daba para mucho más (recuerdo que pocas bandas sonoras de comedia tienen la capacidad de ser memorables y la única que me viene a la cabeza es del maestro Goldsmith: The 'Burbs).