Paul Greengrass dota a sus películas americanas del estilo del documental de sus primeras producciones con los grandes recursos que le permite un presupuesto holgado. Con "United 93" logra un sorprendente resultado que se aleja de la fallida cinta de Oliver Stone "World Trade Center".
Es el hecho de centrarse sólo en uno de los cuatro aviones que secuestraron el fatídico 11S de 2001 lo que la dota de mucha fuerza, a la vez que permite hacer una descripción tangencial de todo lo sucedido aquel día.

Se revive con precisión la desesperación y rabia que reinaban tanto dentro de los aviones como en tierra firme. La situación era imposible de controlar, y resulta llamativo que ni ellos mismos se podían creer lo que estaba sucediendo. En ese aspecto cabe señalar que teniendo el primer avión desparecido en sus señales y viendo el boquete provocado en la primera torre del Trade Center son incapaces de valorar en un principio que los dos hechos están relacionados
Es sorprendente. No deja de emocionar en ningún momento. El espectador se siente identificado totalmente con todos los personajes positivos, tanto los que intentan controlar la situación en tierra como como por los pasajeros y tripulación que están en el vuelo. Te sientes involucrado totalmente en la acción y luchas desesperadamente por la supervivencia.
Pocas veces una pantalla en negro ha cortado la respiración como lo consigue "United 93"

Es la mejor película que se ha hecho sobre el 11S y será muy difícil superarla.