Ya se ha dicho todo lo que se podría decir de esta película. Lo bueno y lo malo. Ahora sólo hace falta esperar y ver si Carlos Vermut se confirma como un cineasta mayúsculo.
Seguramente el tiempo mantendrá esta obra en lo más alto del panorama creativo del cine español. No es que sea una obra maestra pero si el producto más sugerente la última década. Por su ritmo y falta de concreción pierde en algunos momentos el norte, pero la contundencia de su propuesta argumental y la depuración formal la mantendrán entre las grandes obras del cine español.

El planteamientos es ambicioso y se sale airosa. Sabe conjugar equilibradamente drama, intriga e incluso comedia, y lo hace con sutileza y concreción. En ese aspecto me ha recordado al mejor Lars von Trier, aquel que manteniendo unas formas aparentemente transgresoras e innovadoras y nos planta delante de nuestra cara una obra tradicional, dentro de los cánones clásicos de las obras populares. Aquí es donde "Magical girl me ha conquistado.

No me extraña que ganara el gran premio de San Sebastian, y tampoco me extraña que no se haya alzado con los Goya. En ese aspecto se ha producido un cambio de cromos con la si magistral "La isla mínima", más tradicional y menos transgresora (por lo tanto festivalera) que esta "Magical girl".