Tengo una gran contrariedad cuando veo "Piratas del Caribe" por un lado le veo cualidades y por otro defectos que me distancian del supuesto disfrute que debería proporcionarme, y que aparentemente consigue con un extenso público, de ahí que esté a punto de tener una quinta entrega.
La principal cualidad de estos piratas del Caribe es la de convertir a su protagonista y personaje en un auténtico icono de la cultura popular. Uno de los personajes más divertidos y entrañables creados en este milenio para el cine. Esto, sin duda, es gracias a Johnny Depp, que fuera del alcance de Tim Burton ha sido capaz de hacer algo que parecía imposible.
Otro gran mérito es encontrar un antagonista al mismo nivel que su protagonista, en este caso un excelente Geoffrey Rush.
El prólogo y las primeras escenas tienen misterio, diversión y emocionan, pero llega un punto que me resulta cansina. Es a partir del momento en que se plantea toda la trama en el que los aspectos fantásticos inundan todos los demás hilos argumentales. Esto, unido a unos para mi sosainas Bloom y Knightley, hacen que el disfrute de esta saga quede cortado. Algo que se acentúa en sus posteriores secuelas.