Extraordinaria película israelí entretenida de principio a fin y mejor rodada. Todo en su justa medida: el gore, el humor negro, la banda sonora y las interpretaciones son notables.
Un guión que va aumentando en intensidad conforme avanza la película hasta llevarnos al límite del bien y del mal. Una película sin grandes artificios que te hará reflexionar después de su visionado y que si entiendes la mente del psicópata no te dejará indiferente.
LO MEJOR: El padre que visita a su hijo en la cabaña del bosque. Una vez más queda claro que la psicopatía es hereditaria, solo falta esa “chispa” que la encienda.
Su final es perfecto y concluyente… la policía queda muy mal retratada. En mi opinión en este caso el ojo por ojo se queda hasta corto.
LO PEOR: El jinete árabe no encaja en el cuento, lo han querido meter con calzador y con teléfono móvil de alta gama incluido pero a mi entender provoca una falla en el guión ya que el abuelo cuando quedó inconsciente también llevaba teléfono móvil y el policía no lo utilizó.
MORALEJA: Violar, torturar, asesinar, cortar la cabeza (para luego hacerla desaparecer del cuerpo) de una indefensa niña y no confesar el crimen significa que eres hombre muerto SI o SI. Sobre todo si vas a dar con un padre que se convierte en un psicópata asesino mucho más cruel y despiadado que el propio pedófilo que asesinó de esa brutal forma a su hija.
LA FRASE: “A los psicópatas no les asustan las armas… les asustan otros psicópatas”
CONCLUSIÓN: No puedo asegurar que sea la mejor película del año tal y como dijo Tarantino pero si puedo asegurar que es una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo.
UNA RECOMENDACIÓN: Si os van las pelis de psicópatas y asesinos en serie no os perdáis “Mr. Brooks” con Kevin Costner.