Se podría decir que Pedro Almodóvar es un director de cine español, y lo es tanto por su lugar de nacimiento como por su procedencia de los largometrajes que realiza.

Esta película tiene una fotografía y una ambientación que se merece un diez y hay que reconocerlo, al verla no parece que estar viendo una producción española.

Una historia arriesgada de contar que llevó su polémica cuando se estrenó, con críticas de todos los sectores, incluso de un estamento contra quien ni siquiera el cine español consiguió librarse.

Se aprecia un leve boicot hacia Pedro en la entrega de los Premios de la Academia del Cine Español, pero eso no preocupa a nuestro cine.

Los que mueven nuestro cine, quieren que se parezca al americano. Grave error.

Nuestro cine es original y único. No nos gustarán muchas de las películas que aquí se producen.
Pero también, en lo personal, hay actitudes de ciertos amigos, que no nos gustan, y las aceptamos son nuestros amigos.

El cine es un medio de expresión, es arte, y en España ese término se lleva mucho más a cabo que en Estados Unidos.

Con La Mala Educación, más que reflejarse historias de violación, o en contra de la Iglesia Católica Apostólica Romana, se ve hasta donde puede llegar un actor para salir adelante.

El cine, elemento siempre muy presente, en las obras del director manchego.