Recuerdo muy bien empezar a verla con escepticismo y al poco rato cargarme de emoción hasta tal punto que lloré al ver al barco pirata. Cuando salí del cine me di cuenta de que verdaderamente había descubierto un tesoro, tenía a Gordi, Data, Bocazas, Steph, Brand, Andy, Mickey, Sloth... y por supuesto a Willie "El Tuerto" y su barco anclados al corazón para el resto de mi vida. Fue una emoción sin igual y una ilusión indescriptible que perdura y revivo cada vez que la veo en mi tele.

Hablar de "Los Goonies" dejando a un lado lo que ha significado para mí es imposible, sigue irradiando color y felicidad, aventura y amor. Su humor es excelente y está rodada de forma única, con inolvidables escenas como la de Gordi espachurrando su batido contra el cristal de los recreativos, o contando "toda la historia de su vida" a los Fratelli.

Ser espectador de la más original fuga de una cárcel no tiene precio, tampoco vivir la emoción de encontrar un mapa del tesoro en el desván, descender a las cuevas por el restaurante, ser más listo que Chester Copperpott, esquivar las "tuampas", no subir al cubo de Troy, sobrevivir a la pasarela y el piano, resbalar por los toboganes, encontrar el barco pirata, besar a Andy... Salir con vida "para contarlo" y encima salvar a mis padres de la bancarrota porque metí las "piedras" en la bolsa de canicas, es algo que nunca olvidaré.

Blu-Ray... Qué diferente se ve ahora, y qué bien se oye en comparación con aquella proyección de 1985. Cómo disfruto viéndoles de vez en cuando en alta definición y volviendo a compartir con ellos la misma aventura que nos hizo inseparables. Han cambiado muchas cosas en mi vida, pero mi amor por "Los Goonies" sigue igual que entonces, y de algún modo todos esos amigos que hice en hora y media siguen ahí, en el barco pirata anclado al corazón.