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España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
6
Drama Relato de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor de Frankenstein. En principio su única compañía en esos momentos es su ama de llaves, pero pronto entabla relación con su nuevo jardinero, un apuesto joven al que confía su historia en el Hollywood de los años 30 y por el que se sentirá irresistiblemente atraído. (FILMAFFINITY)
6 de julio de 2008
22 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya he hablado alguna vez de ese subgénero cinematográfico que gusta casi por igual a crítica y público que es el del film-actor. Consiste en una historia pensada y calibrada para que un actor de prestigio pueda llevar casi en su totalidad el peso de la película y se lleve el Oscar normalmente.

“En Dioses y monstruos” Ian McKellen no se lo llevó, pero al fin y al cabo es de lo menos, se consiguió que todos hablaran de su actuación. Pero ¿Y el resto? Porque yo veo esta historia muy pero que muy plana, nos quieren contar parte de la vida de James Whale y al final no sabemos nada, parece que lo único que importa es si era homosexual. ¿Se habla de cine? Sí, claro, aparece hasta la saciedad “Frankenstein”, pero señores para empezar no hubiera estado mal citar a Mary Shelley, la autora del libro, que algunos se van a pensar que se lo inventó él. Y poco más. En cuanto a su crítica sobre la Primera Guerra Mundial, pobre, muy pobre, lo único que subraya es que le daba más a la manivela que al gatillo.

No me vale tampoco hacer una crítica a la industría que no lo aceptaba por su rebeldía y formas libertinas, dejó de interesar porque era un director de género, y cada vez que se salió pinchaba en hueso una y otra vez.

Cómico y poco creíble es el papel de Brendan Fraser, si ustedes piensan que los jardineros analfabetos y machotes como él van a la biblioteca pública a leer las hemerotecas es que allí tampoco han ido en la vida. El día que encuentre uno, serán los primeros en enterarse, el problema es que para empezar la mayoría no tienen el carnet y no saben ni donde está.

No se engañen, esta como otras obras de los noventa, se hacen por un solo motivo: Concienciar a la sociedad que los gays también son gente entrañable y genios al fin y al cabo. Y eso ya lo sabíamos, también los heterosexuales lo somos y no hacemos una película sobre las chicas con la que se acostaba Sam Peckinpah.

¿De verdad alguien cree que si Whale no hubiera sido gay tendría una película? Si así fuera faltan al menos 200 directores más importantes que este de los que aún no tenemos ni un triste biopic sobre ellos. Venga, que el ratoncito Pérez no le va a dejar nada debajo la almohada.

Interesante eso sí, sobre todo para ver como se induce a la gente a pensar sobre algo y de qué forma, pero no se preocupen, eso es muy antiguo, ya lo hacía Eisenstein.
vircenguetorix
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