La famosa y triste noche de San Bartolomé cuando se produjo una de las mayores matanzas de la historia por motivos algo más que religiosos entre católicos y protestantes es la excusa para presentarnos una película multipremiada pero a mi juicio bastante plomiza y pretenciosa.
Patrice Chéreau, un director de segunda fila, no consigue más que un conjunto de planos semioscuros y un ritmo tan frenético que se hace tedioso.
Es verdad que la película tiene algunas cuestiones interesantes como la música de Goran Bregovic, compositor habitual de Emir Kusturica, que realiza un buen trabajo aunque demasiado solemne.
La fotografía de Philippe Rousselot ("Las amistades peligrosas" o "Big Fish") resulta un poco oscura y abusa en exceso de los filtros de colores.
Lo peor es el guión de Danièle Thompson, adaptado de una de las novelas de Alejandro Dumas, que se deja llevar por la sangre fácil en vez de por desarrollar la historia con madurez.
Destaca la interpretación de Isabelle Adjani, que además de muy guapa, demuestra saber ponerse la película a sus espaldas. También destaca Virna Lisi, aunque a veces está caricaturizado su personaje.
El que no me convence es Vincent Perez, al igual que Miguel Bosé que teniendo en cuenta lo que hay no lo hace del todo mal.
Una película entre el terror-gore por la gratuidad de muchas imágenes y el drama histórico amoroso tan del gusto francés.
Su excesivo metraje tampoco ayuda a que las imágenes de carne cruda que nos ofrece el film haga una buena digestión para después de comer, eso sí, para siesta es ideal.