Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
7
Drama Film en cuatro episodios, más un prólogo y un epílogo. El prólogo presenta imágenes alegóricas del México prehispánico. El episodio "Sandunga" recrea los preparativos de una boda indígena en Tehuantepec. "Fiesta" desarrolla el ritual de la fiesta brava, mientras que "Maguey" escenifica la tragedia de un campesino victimado por rebelarse contra su patrón. "Soldadera" muestra el sacrificio de una mujer revolucionaria. El epílogo, también ... [+]
4 de junio de 2009
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Hubiese triunfado Sergei M. Eisenstein haciendo cine en los Estados Unidos? Difícil pregunta, pero me lanzo a la piscina, mi respuesta es no.

Vamos con los motivos.

El primero, Eisenstein tiene un concepto experimental del cine, que hace que no hubiera podido un buen director de estudio en una democracia, sin embargo cuando mejor trabajaba era bajo presión. Es decir, se trata de un creador, amante de la libertad y que en lugares de vanguardia como el cine francés se hubiera salido, pero que con el tiempo se fue acostumbrando a trabajar bajo una presión muy determinada. Y esa presión no puede ser económica, como sería en Hollywood, sino política-represiva como le pasaba con Stalin.

Si a Eisenstein se le daba una libertad artística, era muy complicado que pudiera ajustarse a un presupuesto, a unos plazos, a un ritmo, a una compañía, por eso no llegó a un acuerdo en Estados Unidos para hacer una película. Y si esa libertad empezaba y terminaba en él mismo, entonces se difuminaba, que es lo que pasa en “¡Que viva México!”, posiblemente su película más curiosa, y como ocurre siempre se adelanta a su tiempo en muchos años en montajes, planos, ángulos..., sin embargo no sabe muy bien que quiere rodar, pone la cámara y se vuelve un mero esteta, y al final cae en todo lo más superficial, que si las corridas de toros, que si las peculiares celebraciones profano-religiosas mexicanas, que si que malos éramos los españoles y la Iglesia Católica por supuesto.

Sólo tenemos una parte en toda la película que eso sí, es simplemente extraordinaria, se trata de “Maguey”, que narra como se vulnera y se trata como a chusma a los campesinos por parte del patrón. Faltó de rodar la última parte, la revolucionaria, la que llevaría por título “Soldadera”, pero Eisentein, sin presión no era nadie. Y acabó por irse, en cierta forma, las vacaciones en México habían terminado, y volvería a casa donde el letón judío se pondría a trabajar para el ogro de Georgia en una de las películas más fachas de todos los tiempos: “Alexander Nevsky”

Resumiendo, ¿qué nos encontraremos por tanto en “¡Que viva México!”, pues una obra con más de veinte minutos verdaderamente magistrales y con una hora plomiza, turística y bastante vacía.


Nota: 6,7.
vircenguetorix
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow