Hay películas que están destinadas a la polémica, arrastradas fundamentalmente por determinados grupos de seguidores que pretenden idealizar una historia normalita. Esa acción produce instintivamente la reacción de los contrarios, que tratan de vapulearla con menos razón que los otros idolatrarla. Y empieza la guerra.

“Starship Troopers” entraría en esa categoría como una de las películas fraticidas entre cinéfilos de los noventa. Personalmente me sitúo entre ambos bloques.

Es una opción cinematográfica excelente para divertirse y pasar el rato, como película de ciencia-ficción ofrece múltiples imágenes sugerentes y atractivas para el espectador. Sus efectos especiales están muy bien cuidados como suele ser habitual en las obras de Verhoeven, y el resultado es efectivo sin más. Claro cuando uno lee las supuestas metáforas internas de la cinta le resulta chocante. Esta película tiene de todo menos lectura entre líneas, es tan entretenida como superficial, si quieren mensajes ocultos pueden leer a Joseph Conrad.

En definitiva una película que muestra el pulso de Paul Verhoeven en el cine de acción, afirmándose como uno de los últimos maestros del género, pero que también confirma que la decadencia que comenzó con “Showgirls” no era casualidad.

Y tomad las cosas más a broma, como dicen en la película, “Déjalo tío, no ves que ya está muerto”.

Nota: 6,3.