Haz click aquí para copiar la URL
España España · Gijón
Voto de Loberto:
1
Terror. Thriller 1969. En Estados Unidos, los efectos de la guerra de Vietnam son catastróficos: las bajas son innumerables, pero el reclutamiento continúa. Dean Hill, que acaba de cumplir 18 años, es llamado a filas. Su hermano Eric, que acaba de regresar de Vietnam, contra los deseos de su novia decide volver a alistarse en la Marina para proteger a su hermano. Pero los planes de Eric no coinciden con los de Dean, que ha planeado huir a México con su ... [+]
23 de enero de 2007
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé qué traerá este año entrante en cuanto a cine de terror, pero a poco que se esfuercen, va a ser difícil encontrar un producto tan dañino para los sentidos como este supuesto origen de las aventuras de Caradecuero (o Leatherface, que queda más glamouroso). Posiblemente, con contratar a un par de chimpancés para escribir el guión ya lo solucionen.

Digo "supuesto origen" porque lo único que nos muestran sobre dicho origen es su nacimiento como bebé inmundo y repulsivo. En los títulos de crédito nos dan a entender que el tipo tiene problemas mentales graves (todo un descubrimiento a estas alturas), y ya está. Nadie espera un tratado filosófico sobre esta familia de sádicos caníbales, claro, pero justificarlo todo en un abandono post-natal y en el cierre de un matadero tiene tela. Es más, da auténtica vergüenza comprobar como el guionista, en caso de existir, ha metido la motosierra, etiqueta identificativa de Leatherface, con calzador.

Aunque no es lo más grave ni lo más incoherente del guión, claro. Enseguida pasamos a ver como las dos parejas de turno van a ser mutilados/torturados/masacrados de la forma más brutal, sangrienta y sórdida posible. Porque si en algo se han esmerado, es en que todo lo que aparece en pantalla sea desagradable, no sólo por los filtros de colores usados y la profusión de sangre y vísceras, sino por la forma de filmarlo todo: mucha cámara al hombro, mucho plano corto, mucho desenfocado de la imagen, mucha vista subjetiva, y sobre todo, mucha oscuridad, que da mucho miedo.

Los actores son lo que se espera de ellos: Caradecuero (Andrew Bryniarski), grande; R. Lee Ermey, haciendo de sargento Hartman una vez más; y las víctimas, capaces de chillar, correr y sangrar. Si a todo esto le sumamos un final lamentable, y unos 90 minutos que parecen 90 días, la cosa está clara: alejarse de "La matanza de Texas: el origen" tanto o más que si nos encontrásemos al mismísimo Leatherface haciendo auto-stop. Avisados quedan.
Loberto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow