Oh, el nombre de la rosa. ¡Qué peliculón! ¡Tienes que verla! ¡Está genial!

Pero yo, que si alguna peli me interesa mucho soy muy de leerme el libro antes, no por nada, sino para que mi imaginación no se vea, digamos, corrompida. Quizá a otros les resulte más fácil, pero si veo el careto de Sean Connery durante dos horas, al final cuando me lea el libro no veré a Guillermo de Baskerville, veré al Guillermo de Baskerville que me ha enseñado Sean Connery.

Así, hace ya unos cuantos años, me leí El Nombre de La Rosa. Uno de los mejores libros que haya leído jamás, y no lo digo en balde: una de sus lecturas me marcó de por vida (si acaso, en spoiler). Digo una de sus lecturas, porque a priori tiene al menos 3, a saber: la historieta detectivesca, el relato histórico de la época, y un discurso filosófico. Para mí, esta tercera lectura, y como se integra con toda la trama hasta su genial final, es el quid de la cuestión. Lo que hace tan grande a la obra de Umberto Eco. O quizá sólo es mi interpretación personal, que una vez vista la serie empiezo a planteármelo...

Así que me he leído el libro y a renglón seguido me pongo la película de Jean-Jacques Annaud. Joder colega, menudo bodrio.Puedo entender que si no te has leído el libro la película te guste, a fin de cuentas es una peli entretenida sobre la investigación de unos asesinatos. Pero ese Sean Connery y su sonrisita de "cuánto me gusto a mí mismo" y ese Christian Slater y su sempiterna cara de subnormal se han cargado los personajes de Guillermo y de Adso, Y la trama... le has quitado toda la enjundia. Funciona como película, pero no tiene nada que ver con el libro.

Entonces, muchos años más tarde descubro por fin la serie que nos ocupa. Empieza genial. Adso no es un pobre imbécil, sencillamente es un chaval que ignora casi todo de como funciona el mundo. Guillermo es un franciscano humilde que, en efecto, se gusta a sí mismo, pero no pretende demostrarlo cada vez que tiene la oportunidad de hablar (mención a John Turturro, que a mi parecer está magnífico en el papel, y le da sopas con ondas a mi querido Sean Connery).

La trama comienza fiel a la novela. Tremendamente fiel. Promete muchísimo. Por fin estoy viendo algo que hace justicia a la magnífica historia que leí tiempo ha. Aunque algo apresurada en su desarrollo, y con una trama secundaria que, pese a ser nueva, para nada desvirtúa a la trama principal... hasta que superamos el cuarto capítulo.

Es aquí donde la serie comienza a perder el norte, y a partir de aquí se convierte en una caída en picado hacia el más negro de los abismos. Guillermo va perdiendo cada vez más protagonismo en favor de la tramas secundarias y el personaje del inquisidor, malo malísimo, puto loco desquiciado, satanás personificado (supongo que vende dar un malo al que la audiencia odie muy fuerte). Y así, Guillermo de Baskerville acaba convirtiéndose en uno que pasaba por allí. Joder, si hasta Adso tiene más papel y más que decir que él.
Llegados al final del capítulo 5, la serie ha conseguido que pierdas todo el interés por los asesinatos y la trama central. Han conseguido que todo el misterio te importe tres cojones, ahora lo único que importa es lo mal que nos cae a todos el inquisidor.

Llegado al último capítulo te preguntas qué cojones te acaban de contar. La trama principal, que hacía ya bastante tiempo que no te importaba una mierda, se resuelve apresuradamente y de forma totalmente insulsa, porque tenemos otras gilipolleces más espectaculares que contar.

Y lo mejor de todo, es que el final que le dan a sus nuevas tramas acaba siendo un motón de mierda total, sin pies ni sentido. Muy bien señores, acaban de reventar todo el libro, y acaban de hacer el ridículo más impresionante con sus nuevas ideas, que, joder, a priori iban de puta madre.

Menuda cagada. Total y absoluta cagada. No se salva nada. Ahora han conseguido que me guste más la peli de Jean- Jacques Annaud. Es el único logro de la serie.

Si no la suspendo es por el genial trabajo que hace John Turturro y en general todo su elenco. Están magníficos, así como la producción y puesta en escena. Es digno de mención. Y hace aún más doloroso el hecho de que la serie pierda el norte de esa manera y se vaya por la borda en su segunda mitad, para acabar convirtiendo lo que empezó como una fantástica adaptación en un BODRIO en mayúsculas.