Hay películas que, sin llegar a ser las que más nos hagan reír, o emocionarnos, o estremecernos, tienen algo que las hacen especiales, que llega a lo más profundo de ti y que te dejan un enorme vacío una vez acaban. "Entre copas" es una de esas películas, tan sincera, tan desenfadada, tan real, que casi podemos tocar con los dedos. La película consigue transmitir con imágenes y unas pocas palabras lo que otras no consiguen por mucho empeño que pongan, en gran parte gracias al enorme Paul Giamatti que dota a su personaje Miles de una personalidad en tres dimensiones y Virginia Madsen (el inolvidable momento en que Mya explica a Miles por qué se interesa por el vino), junto con el alocado Thomas Haden que pone el humor en su papel de Jack, dejan grabados en nuestra retina momentos inolvidables, que vuelven a florecer en cada visionado. Por alguna extraña razón me recordó en parte a "Lost in Translation" por las sensibilidad que desprenden ambas peliculas, sin tener nada que ver la una con la otra. En definitiva, genial película, recomiendo darle al menos una oportunidad.