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España España · Bilbao
Voto de Amarok:
5
Cine negro. Intriga Ned Racine (William Hurt), un joven abogado de Florida, lleva una vida normal hasta que conoce a Matty Walker (Kathleen Turner), una tentadora y sensual mujer casada con un rico hombre de negocios (Richard Crenna). Ned pronto se da cuenta de que Matty es la clase de mujer por la que un hombre sería capaz de todo... (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2023
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Una película correcta, cuyo mayor valor reside en reflejar el ambiente y los paisajes vitales propios de las clases profesionales y de los ricos a principios de los 80. Empero, me sorprende la unanimidad de la crítica y las buenas reseñas que ha cosechado.

Desde luego que se trata cine negro, pero en su vertiente menos interesante. Porque bajo una capa de presunta sofisticación (lujo, más bien), los acontecimientos son de lo más vulgar.

El abogado Ned Racine, convincentemente interpretado por William Hurt, anda en busca de un golpe de suerte, que aparece cuando conoce a Matty Walker, una mujer rica y aburrida de su marido, un turbio hombre de negocios.

Está siendo un verano muy caluroso en Miranda Beach, Florida, y ya se sabe, cuando llega el calor los chicos se enamoran, es la brisa y el sol. Pasa lo que tiene que pasar, y tras un par de revolcones, llegamos al meollo:

- Ay, Ned, que infeliz soy con el cazurro de mi marido. Con lo bien que estaríamos juntos.
- Bueno, pues divórciate, te caerá un buen pellizco. Y así viviremos felices.
- Ups, es que me hizo firmar un acuerdo prenupcial.

Y a partir de aquí, todo cuesta abajo.

Se nos transmite la idea de que lo que va a ocurrir es un acontecimiento excepcional, debido al calor inusual, que actúa como una suerte de luna llena o de conjunción planetaria.

De hecho, nos lo dejan claro al principio de la película en una conversación entre Ned y sus amigos, el ayudante del fiscal Lowenstein (Ted Danson) y el inspector de policía Oscar Grace (J.A. Preston): con este calor, a la gente se le va la olla: duermen mal, los sesos se reblandecen, se avivan los instintos primarios, y acaba uno cometiendo cualquier delito que sería impensable en otras circunstancias.

Y es que lo más interesante de la película es el proceso que lleva a un hombre "normal", un abogado de pueblo, a meterse en un lío de faldas peligroso y cometer un crimen. Para ello hacen falta varias cosas: la ambición desmedida, la lujuria, el calor... y el medio/objeto de todo ello: una mujer. Y es aquí donde la película en mi opinión, flaquea.

No me explico que tiene de especial Matty (Kathleen Turner) para que un tipo pierda la cabeza por ella hasta ese punto. Le falta misterio, encanto, sonrisas pícaras, desparpajo, prometer el paraíso pero dar solo un adelanto... esas cosas típicas del buen cine negro. Mi impresión es que, en la película, Matty es solo una mujer muy atractiva, quizá con una cierta ingenuidad interesante.

En cuanto a las tórridas escenas de sexo, parece que para 1981 esto era novedad. Es lo que destaca la crítica de la época, de hecho. Sin embargo a la pareja le falta química. Además estas escenas están rodadas de forma pictórica, siempre en entornos lujosos, y se nota que al director le preocupa mas el encuadre que la naturalidad.

Estas tórridas escenas, la verdad a mi no me dicen nada. Si se salvan es por la música de de John Barry, que le va a la película como anillo al dedo. Desde luego no ayuda la Turner, poniendo caras lujuriosas que no funcionan y soltando frases pasionales obvias y cutres. Por momentos me da la sensación contraria a la que se busca: la de ser una mujer cohibida, poco experimentada, que quiere aparentar lo contrario.

Por todo ello, hay que hacer un esfuerzo para creerse que el bueno de Ned muerda el anzuelo y siga tirando y tirando como si no hubiera mañana. Quizá es que Ned sea un poco tonto, el pobre, y de hecho esto se insinúa en varias escenas. Pero aquí el director no juega limpio; no queda claro si Matty es una estratega excepcional, o si Ned es un tontolaba, o si las dos cosas.

Creo que Matty Walker es un personaje mal escrito, y además me parece que está mal interpretado (aunque es verdad que un personaje mal escrito, seguramente no se pueda interpretar bien).

También me da la sensación de que Kasdan intenta arreglarlo improvisando, y a base de retoques y selección en la sala de montaje, al final consigue algo que puede resultar, pero que en el fondo, no convence. Pero bueno, es que hace mucho calor... quizá el truco sea ver la peli con 40 grados y unas copas para meterse en el ambiente.

Como curiosidad, la película se rodó en invierno, y por lo visto hacía un frio que pelaba. Todo el sudor es falso, y las escenas en camiseta de tirantes corriendo por la playa debieron ser un suplicio para los actores.

Lo mas interesante de la película, sin duda, es el ambiente de una ciudad pequeña en la soleada Florida a principios de los 80. Los 80 fueron la época de la desregularización de los mercados financieros, el dólar estaba muy fuerte, y se empezaban a ver coches de importación junto con los habituales made in USA.

Todo el mundo fumaba (la película se permite hasta bromear con ello), todo el mundo bebía, vemos la casas con licores por doquier y cartones de Marlboro en la encimera de la cocina.

Formaba parte todo ello de la recién estrenada cultura de la abundancia estadounidense, donde todo es asequible y abundante. Por ejemplo, vemos que Lowenstein se pide las bebidas de dos en dos. Además había verdadera lujuria por el dinero. Si no tenías nada, querías más, si tenías mucho, querías mucho más.

La excelente ambientación, la fotografía, y la gran interpretación de William Hurt es lo que mantiene a flote la película, cuya trama por momentos avanza errática.

Es esta es una de esas películas que arrastran un pedigrí que no me parece justificado. Lawrence Kasdan debía tener muchos amigos críticos. Hasta Roger Ebert la puso por las nubes. Definitivamente, no es para tanto.
Amarok
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