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Voto de Manospondylus:
5
5,9
613
27 de marzo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como dije en mis críticas de Naruto y de Naruto Shippūden, esta franquicia ha sido exprimida hasta la saciedad: una idea que podía haber dado para mucho no consiguió llegar hasta donde podía por las presiones de los editores para que Masashi Kishimoto alargara el manga mientras vendiera; y aún peor son los largos, aburridos, estúpidos y a menudo incoherentes rellenos que abundan en su adaptación animada. Por supuesto se ha hecho una cantidad absurda de películas a cuál más insulsa. De las 8 primeras películas de la franquicia ninguna pasa de ser un episodio de relleno muy largo, con villanos olvidables e idéntico desenlace. Sólo la 6ª entrega (3ª de Shippūden), Herederos de la Voluntad de Fuego, me resultó medianamente entretenida. La 9ª Road to Ninja, parte de una premisa más original (idea de Kishimoto), pero esta se desaprovecha completamente y termina pareciendo un fanfic llevado al cine. Y así llegamos a la 10ª, The Last, la primera película de Naruto que forma parte del canon (creada para el 15º aniversario de la franquicia), y en ella encontramos un argumento que continúa la historia del manga, aclarando algunos aspectos que quedaron inconclusos, aunque también dejando alguna pregunta aún sin respuesta; y hace las veces de enlace con la anticipada nueva generación de Boruto.
Es decir, con The Last tenemos al fin algo que no es un simple relleno. Al principio puede resultar extraña una producción de Naruto cuya trama gira en torno a una historia de amor (algo naif), además, desarrollada de forma muy apresurada para, después de cientos de episodios estancada, meterla en una sola película. Sin embargo, esa y otras singularidades son las que la diferencian del resto de filmes de la franquicia: la relación entre Naruto y Hinata, la progresión y desarrollo de esta historia y de sus personajes; y también la expansión de la mitología de ese mundo con más detalles sobre los Ōtsutsuki. Por otro lado, es también más lenta; tanto que a veces se hace pesada.
El inicio es inmejorable: tras un prólogo épico que resume la historia del Mundo Shinobi acompañada de "Greensleeves" (sinceramente, en la puñetera vida habría pensado que esa melodía encajaría en Naruto, pero después de ver esa escena no imagino una música más apropiada para ella), se muestra un primer encuentro entre Naruto y Hinata de niños (pequeña incoherencia incluida), para pasar a un día de clase con Iruka, antes del inicio de la serie de TV, seguido de una escena en la que vemos el crecimiento de Naruto desde los 12 años (edad al inicio de la serie) hasta los 19, mientras suena su característico (y nostálgico) leitmotiv (una variación del tema compuesto por Toshiro Matsuda). Y tras este prometedor comienzo, con la aparición del gran villano, la trama se desarrolla de forma más convencional (rescate incluido).
En general, The Last pretende ser más grande y con una amenaza global (lo que puede permitirse por su condición de canónica): la Luna comienza a acercarse a la Tierra, lo que finalmente podría llevar a una colisión de apocalípticas consecuencias (vale, la forma en la que se desprenden fragmentos en lugar de que ambos cuerpos se deformen por la atracción gravitatoria no tiene mucho sentido, pero los shōnen nunca se han caracterizado por su realismo a la hora de plasmar leyes físicas, y en Naruto la Luna es un tanto peculiar). Detrás de ese fenómeno está Toneri, un miembro del clan Ōtsutsuki, que busca despertar un dōjutsu capaz de rivalizar con el Rinnegan y destruir el "corrupto" mundo creado por Rikkudō. Toneri llega a la Tierra en busca de un Byakugan, confirmando explícitamente el vínculo entre los Hyūga y los Ōtsutsuki (algo vidente desde el momento en el que se mostró el Byakugan de Kaguya), y secuestra a la hermana menor de Hinata, Hanabi, llevándosela con él a la Luna.
Sin embargo, el guion es algo endeble. Entre otras cosas, no se aclara por qué Toneri decide actuar justo ahora y no cuando el Gedō Mazō "fue robado" (como él dice refiriéndose a cuando Madara Uchiha logró invocarlo) o cuando el Jūbi fue revivido. El hecho de que Toneri haya esperado tantos años, nunca haya intervenido en las distintas guerras y ataque ahora que el mundo está en paz, no tiene sentido alguno (a parte de que, obviamente, no existía como personaje hasta que se hizo esta película). Y todo el tema del Tenseigan y la rama de Hamura es algo difuso.
Respecto a la relación amorosa, ya he mencionado lo forzada que resulta (por parte de Naruto). También hay una bufanda roja por medio que supone un cliché típico del manganime: eso de incluir de alguna forma ese "hilo rojo del destino" que simboliza la unión eterna entre dos amantes (superstición propia de las culturas china y japonesa) ya ha aparecido previamente en Naruto (y en decenas de series y películas anime); y su representación en la forma de un objeto corriente, como una prenda, tampoco es una novedad (pudimos verlo tanto antes, en las cintas rojas para el pelo en Madoka Magica, como después, en Your Name). Kishimoto asegura haberse inspirado en algo que le ocurrió realmente, aunque a ojos de la audiencia eso no lo haga parecer más original.
Por otro lado, esta era la oportunidad perfecta (después de desaprovechar todas las que hubo en la serie) de mostrar algo de Hinata más allá de su papel estereotípico de dandere. De nuevo, oportunidad perdida: aunque durante el primer acto es mostrada de una forma muy real y, más adelante, demuestra ser algo más madura, sigue siendo una completa inútil como shinobi. Pasiva, apocada y necesitada de protección, más que una kunoichi, se la presenta como la "perfecta esposa" (desde un punto de vista muy conservador, claro), que parece estar más preocupada en tejer una bufanda para Naruto que en rescatar a su hermana (hasta ella se da cuenta de eso); y aún en las cosas que sólo ella puede hacer (por ser una Hyūga) necesita ayuda de Naruto.
(Continúa sin spoilers)
Es decir, con The Last tenemos al fin algo que no es un simple relleno. Al principio puede resultar extraña una producción de Naruto cuya trama gira en torno a una historia de amor (algo naif), además, desarrollada de forma muy apresurada para, después de cientos de episodios estancada, meterla en una sola película. Sin embargo, esa y otras singularidades son las que la diferencian del resto de filmes de la franquicia: la relación entre Naruto y Hinata, la progresión y desarrollo de esta historia y de sus personajes; y también la expansión de la mitología de ese mundo con más detalles sobre los Ōtsutsuki. Por otro lado, es también más lenta; tanto que a veces se hace pesada.
El inicio es inmejorable: tras un prólogo épico que resume la historia del Mundo Shinobi acompañada de "Greensleeves" (sinceramente, en la puñetera vida habría pensado que esa melodía encajaría en Naruto, pero después de ver esa escena no imagino una música más apropiada para ella), se muestra un primer encuentro entre Naruto y Hinata de niños (pequeña incoherencia incluida), para pasar a un día de clase con Iruka, antes del inicio de la serie de TV, seguido de una escena en la que vemos el crecimiento de Naruto desde los 12 años (edad al inicio de la serie) hasta los 19, mientras suena su característico (y nostálgico) leitmotiv (una variación del tema compuesto por Toshiro Matsuda). Y tras este prometedor comienzo, con la aparición del gran villano, la trama se desarrolla de forma más convencional (rescate incluido).
En general, The Last pretende ser más grande y con una amenaza global (lo que puede permitirse por su condición de canónica): la Luna comienza a acercarse a la Tierra, lo que finalmente podría llevar a una colisión de apocalípticas consecuencias (vale, la forma en la que se desprenden fragmentos en lugar de que ambos cuerpos se deformen por la atracción gravitatoria no tiene mucho sentido, pero los shōnen nunca se han caracterizado por su realismo a la hora de plasmar leyes físicas, y en Naruto la Luna es un tanto peculiar). Detrás de ese fenómeno está Toneri, un miembro del clan Ōtsutsuki, que busca despertar un dōjutsu capaz de rivalizar con el Rinnegan y destruir el "corrupto" mundo creado por Rikkudō. Toneri llega a la Tierra en busca de un Byakugan, confirmando explícitamente el vínculo entre los Hyūga y los Ōtsutsuki (algo vidente desde el momento en el que se mostró el Byakugan de Kaguya), y secuestra a la hermana menor de Hinata, Hanabi, llevándosela con él a la Luna.
Sin embargo, el guion es algo endeble. Entre otras cosas, no se aclara por qué Toneri decide actuar justo ahora y no cuando el Gedō Mazō "fue robado" (como él dice refiriéndose a cuando Madara Uchiha logró invocarlo) o cuando el Jūbi fue revivido. El hecho de que Toneri haya esperado tantos años, nunca haya intervenido en las distintas guerras y ataque ahora que el mundo está en paz, no tiene sentido alguno (a parte de que, obviamente, no existía como personaje hasta que se hizo esta película). Y todo el tema del Tenseigan y la rama de Hamura es algo difuso.
Respecto a la relación amorosa, ya he mencionado lo forzada que resulta (por parte de Naruto). También hay una bufanda roja por medio que supone un cliché típico del manganime: eso de incluir de alguna forma ese "hilo rojo del destino" que simboliza la unión eterna entre dos amantes (superstición propia de las culturas china y japonesa) ya ha aparecido previamente en Naruto (y en decenas de series y películas anime); y su representación en la forma de un objeto corriente, como una prenda, tampoco es una novedad (pudimos verlo tanto antes, en las cintas rojas para el pelo en Madoka Magica, como después, en Your Name). Kishimoto asegura haberse inspirado en algo que le ocurrió realmente, aunque a ojos de la audiencia eso no lo haga parecer más original.
Por otro lado, esta era la oportunidad perfecta (después de desaprovechar todas las que hubo en la serie) de mostrar algo de Hinata más allá de su papel estereotípico de dandere. De nuevo, oportunidad perdida: aunque durante el primer acto es mostrada de una forma muy real y, más adelante, demuestra ser algo más madura, sigue siendo una completa inútil como shinobi. Pasiva, apocada y necesitada de protección, más que una kunoichi, se la presenta como la "perfecta esposa" (desde un punto de vista muy conservador, claro), que parece estar más preocupada en tejer una bufanda para Naruto que en rescatar a su hermana (hasta ella se da cuenta de eso); y aún en las cosas que sólo ella puede hacer (por ser una Hyūga) necesita ayuda de Naruto.
(Continúa sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Naruto al menos sí ha ido evolucionando. Habrá a quien le desagrade esta versión más seria y madura del mismo, pero sin duda es preferible a dejarlo mentalmente estancado en sus 12 años. Sin embargo, es cierto que choca su repentino cambio de actitud hacia Hinata, de quien ignoró completamente su declaración (en el ataque de Pain a Konoha) y de quien ahora está completamente enamorado pues porque sí. En general, toda esta relación se desarrolla de forma brusca al estar comprimida en una única película. La culpa es de Kishimoto que nunca se atrevió a ir desarrollándola poco a poco en el manga, argumentando que no se le dan bien ese tipo de historias.
Toneri es el menos olvidable de todos los villanos de película de Naruto, lo que no quiere decir que sea un gran personaje, pero al menos es diferente de los antagonistas de las anteriores películas. El principal interés que despierta radica en que es un Ōtsutsuki y como tal puede darnos algunas pistas sobre ese clan y sus poderes, aunque en la cinta obtenemos más preguntas que respuestas. Tampoco queda del todo clara su obsesión con Hinata, y sus motivaciones son algo pobres, especialmente ahora que hay paz en la Tierra.
En cuanto al resto de personajes, Sai está ahí únicamente por sus habilidades, Shikamaru por su popularidad y Sakura porque se supone que es uno de los personajes principales en la serie, pero ninguno aporta mucho y bien podrían haber sido reemplazados por otros sin afectar al desarrollo de la película.
Por otra parte, con la participación de los mejores animadores de Naruto y Naruto Shippūden, como Hirofumi Suzuki (quien se ocupó de la muerte de Zabuza y el combate entre Gaara y Rock Lee, entre otros), Hiroyuki Yamashita (director de algunos de los mejores episodios de Shippūden, como el especial de la última pelea de Naruto y Sasuke) o Tetsuya Nishio (animador habitual en las películas y openings de Naruto, es conocido por su trabajo en Ghost in the Shell), Gorō Sessha (director del combate entre Sasuke y Killer Bee) o Anna Yamaguchi (quien ha crecido como animadora en Shippūden, pasando de un nivel mediocre en su debut a estar detrás varios episodios destacados), se esperaba un nivel alto en la animación, y en ese aspecto no decepciona. Y el dibujo es bueno, al menos todo lo bueno que puede ser en Naruto, manteniendo el estilo y la estética de la franquicia, consiguiendo crear algunos momentos realmente bellos.
En conclusión, estamos ante una película intermedia que por fin aporta algo a la franquicia. Es una película para fans, obviamente. A quien no le interese Naruto, que se olvide completamente de ella y quien pretenda empezar a ver este anime, debería empezar por la serie (que se informe antes de qué episodios son de relleno para saltárselos) o por el manga. Cuenta con una animación muy digna en la que se notan mucho (para bien) las manos de Suzuki y Yamashita (bueno, casi siempre para bien, porque se copia plano a plano la confesión del episodio 166, de Suzuki, repitiendo el mismo error de no dibujarle a Hinata las orejas en cierto momento), centra todo el protagonismo en Naruto y Hinata y revela interesantes detalles de ese mundo, pero deja también varias lagunas argumentales, por lo que el resultado podría haber sido mucho mejor.
Aspectos positivos: Continúa la historia de Naruto y expande ese mundo. Incorpora elementos que la dotan de cierta originalidad frente a las anteriores películas de Naruto tanto en el contenido como en las formas. Buen dibujo y animación. El genial prólogo. La forma en la que los créditos finales sirven para completar la trama de la película.
Aspectos negativos: La trama se vuelve confusa y no siempre es del todo coherente. El repentino enamoramiento de Naruto es poco creíble. La metáfora del "hilo rojo" está muy vista. No aprovecha la oportunidad para, dado su protagonismo, hacer de Hinata un personaje más complejo. Muchas preguntas quedan sin respuesta.
Puntuación: 5
Toneri es el menos olvidable de todos los villanos de película de Naruto, lo que no quiere decir que sea un gran personaje, pero al menos es diferente de los antagonistas de las anteriores películas. El principal interés que despierta radica en que es un Ōtsutsuki y como tal puede darnos algunas pistas sobre ese clan y sus poderes, aunque en la cinta obtenemos más preguntas que respuestas. Tampoco queda del todo clara su obsesión con Hinata, y sus motivaciones son algo pobres, especialmente ahora que hay paz en la Tierra.
En cuanto al resto de personajes, Sai está ahí únicamente por sus habilidades, Shikamaru por su popularidad y Sakura porque se supone que es uno de los personajes principales en la serie, pero ninguno aporta mucho y bien podrían haber sido reemplazados por otros sin afectar al desarrollo de la película.
Por otra parte, con la participación de los mejores animadores de Naruto y Naruto Shippūden, como Hirofumi Suzuki (quien se ocupó de la muerte de Zabuza y el combate entre Gaara y Rock Lee, entre otros), Hiroyuki Yamashita (director de algunos de los mejores episodios de Shippūden, como el especial de la última pelea de Naruto y Sasuke) o Tetsuya Nishio (animador habitual en las películas y openings de Naruto, es conocido por su trabajo en Ghost in the Shell), Gorō Sessha (director del combate entre Sasuke y Killer Bee) o Anna Yamaguchi (quien ha crecido como animadora en Shippūden, pasando de un nivel mediocre en su debut a estar detrás varios episodios destacados), se esperaba un nivel alto en la animación, y en ese aspecto no decepciona. Y el dibujo es bueno, al menos todo lo bueno que puede ser en Naruto, manteniendo el estilo y la estética de la franquicia, consiguiendo crear algunos momentos realmente bellos.
En conclusión, estamos ante una película intermedia que por fin aporta algo a la franquicia. Es una película para fans, obviamente. A quien no le interese Naruto, que se olvide completamente de ella y quien pretenda empezar a ver este anime, debería empezar por la serie (que se informe antes de qué episodios son de relleno para saltárselos) o por el manga. Cuenta con una animación muy digna en la que se notan mucho (para bien) las manos de Suzuki y Yamashita (bueno, casi siempre para bien, porque se copia plano a plano la confesión del episodio 166, de Suzuki, repitiendo el mismo error de no dibujarle a Hinata las orejas en cierto momento), centra todo el protagonismo en Naruto y Hinata y revela interesantes detalles de ese mundo, pero deja también varias lagunas argumentales, por lo que el resultado podría haber sido mucho mejor.
Aspectos positivos: Continúa la historia de Naruto y expande ese mundo. Incorpora elementos que la dotan de cierta originalidad frente a las anteriores películas de Naruto tanto en el contenido como en las formas. Buen dibujo y animación. El genial prólogo. La forma en la que los créditos finales sirven para completar la trama de la película.
Aspectos negativos: La trama se vuelve confusa y no siempre es del todo coherente. El repentino enamoramiento de Naruto es poco creíble. La metáfora del "hilo rojo" está muy vista. No aprovecha la oportunidad para, dado su protagonismo, hacer de Hinata un personaje más complejo. Muchas preguntas quedan sin respuesta.
Puntuación: 5