Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Manospondylus:
5
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico. Acción Un año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Final de la trilogía iniciada con "El despertar de la Fuerza". (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver cómo lo digo, me gusta Star Wars. Me parece una gran saga de fantasía espacial (no de ciencia ficción, por mucho que aún le cuelguen esa etiqueta). No me disgustó el Episodio VII pese a ser un refrito/remake encubierto del IV. Tampoco me disgustó del todo el Episodio VIII pese a que todas las subtramas de la resistencia con Finn y Rose o la lentísima persecución son realmente flojas. Pero esto está en otro nivel.

Después de que Rian Johnson hiciera lo que le dio la gana en Los Últimos Jedi, J. J. Abrams vuelve para contradecir a Johnson y hacer lo que le da la gana, porque no es ningún secreto que lo que ha fallado desde el principio en esta nueva trilogía es la falta de planificación. Nunca hubo un hilo que seguir, sino que se ha ido improvisando película a película. Y se nota.

Abrams se centra en corregir todo lo que disgustó al fandom en el Episodio VIII, aunque esos remiendos son tan bruscos, descarados y forzados que se cargan cualquier coherencia argumental. Por no mencionar que un par de veces insulta directamente a la anterior entrega (como con el asunto del respeto que merece el arma de un Jedi) y, si bien es cierto que el Episodio VIII decepcionó en distintos aspectos (amén de que el guion tampoco es ninguna maravilla), es lamentable ver a Abrams lanzarle pullitas a Johnson en una película de Star Wars.

El filme arranca con el regreso de Palpatine (aunque, según nos dice, ocurrió hace tiempo), porque, como Johnson se cargó a Snoke en la película anterior para sorprender al público después del predecible Episodio VII, hacía falta un malo final. Seguramente habría funcionado mejor un Kylo Ren que ha sucumbido completa y definitivamente al Lado Oscuro, pero por lo visto fue una ocurrencia de Kathleen Kennedy (la verdadera villana de esta trilogía), sin dejar de lado el hecho de que si Abrams ha demostrado algo en Star Wars es que es un nostálgico y un cobarde, así que tampoco ha tenido reparos en tirar del malo original y justifica su vuelta únicamente con una frase del Episodio III. Y ya está: habemus imperator.

Algo curioso es que no se esfuerzan en dar una explicación detallada sobre la resurrección de Palpatine, ni es usado como giro sorpresa, porque se revela ya en el clásico texto introductorio que abre cada Episodio; y, por supuesto, como parche a la anterior entrega, nos dejan caer el origen de Snoke, quedando claro que ha sido tan improvisado como el resto de la historia.

En fin, Palpatine está vivo en Exegol, el planeta más inhóspito de la Galaxia (con atmósfera respirable, eso sí, lo que me parece perfecto porque Star Wars es fantasía espacial, no ciencia ficción, y no me cansaré de repetirlo) a la vez que recóndito e inaccesible (aunque luego va allí todo el mundo sin problemas, lo que es un error narrativo y eso ya no me parece tan perfecto), y lleva ahí años construyendo una flota de miles de Destructores Estelares armados con láseres destruye-planetas nivel Estrella de la Muerte. Seis minutos de metraje y cualquiera se daría cuenta de que la película va a ser un completo disparate.

Obviamente, Palpatine lleva decenios maquinando un plan y perfeccionándolo hasta el más mínimo detalle, aunque puede cambiar radicalmente en un segundo porque sí, porque hay que estar abierto a todo y en el fondo no sería un plan tan bueno. Además, teniendo en cuenta que la Fuerza es ya el Chakra de Naruto y sirve para todo, Palpatine puede inventarse un poder random y modificar por completo su estrategia (haciendo alarde de una estabilidad mental digna de Jar Jar Binks). Por supuesto Rey y Kylo no se quedan atrás en el uso conveniente de la Fuerza, y se marcan unos disparates que ni Darth Plagueis el Sabio (cuya tragedia es ya sobradamente conocida).

Dejando a un lado todo el asunto de la Fuerza (que por otra parte nunca ha sido explorado en profundidad en el cine), todo el filme está salpicado de situaciones absurdas, como Rey rechazando el sable de Luke (y Anakin, el gran olvidado) porque no es digna, aún cuando lo ha estado llevando durante dos películas, pero aceptándolo, literalmente, en la escena siguiente sin que haya cambiado nada. La trama, es decir, todas las subtramas avanzan a base de MacGuffins (el buscarrutas, la daga, el otro buscarrutas...) y a un ritmo apresurado que sólo se reduce un poco a la hora de meter fanservice (cameos, nostalgia, planos fastuosos...). Se plantea alguna idea interesante (por ejemplo, la batalla entre Rey y Kylo, reminiscente de la pelea entre Anakin y Obi-Wan del Episodio III), aunque se resuelve de forma decepcionante (lo que ocurre justo después de dicho duelo).

El acto final no es sino una sucesión continua de deus ex machina y diabolus ex machina. Uno tras otro, tras otro. Si Rey o la Resistencia hacen algo completamente salido de ninguna parte, Palpatine o la Última Orden responden con otro algo igual de inexplicable; y todo culmina en un clímax que podría haber sido legendario, si no fuera porque no hay nada que lo sustente, ni la trama, ni el desarrollo de personajes... absolutamente nada, aparte de unos buenos efectos visuales y de la siempre estupenda banda sonora. Lo peor es el momento desenlace de cuento Disney (los viejos, tipo Blancanieves) que cuelan por ahí y que supone el deus ex machina número...

Seguramente, estos problemas sean el resultado de reescribir la historia demasiadas veces, añadiendo y descartando ideas, dejando algunas sin desarrollar, y eliminando escenas en el (caótico) montaje, hasta terminar con este sinsentido argumental. Y es una lástima porque muchas escenas son visual y musicalmente impresionantes y habrían sido increíblemente épicas si hubiera habido un guion sólido detrás que las respaldara, pero no. Al final, El Ascenso de Skywalker queda como una mezcla aleatoria de secuencias inconexas, con demasiados momentos que están ahí únicamente por la rule of cool, en lo que más que una película parece un recopilatorio de secuencias y planos espectaculares.

(Sigue sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Manospondylus
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow