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Voto de Manospondylus:
7
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico Cuatro años después del desastre ocurrido en el Parque Jurásico de la isla Nublar, John Hammond revela a Ian Malcolm que existe otra isla en la que se criaban los dinosaurios antes de ser transportados a la isla Nublar. Ian, acompañado por dos expertos, deberá acudir a la isla Sorna para rescatar a una científica, aunque los planes cambiarán drásticamente. (FILMAFFINITY)
8 de junio de 2018
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Después del éxito de Jurassic Park, la realización de una secuela era inevitable. En primer lugar lo hizo Michael Crichton con su novela y, por supuesto, después lo haría Steven Spielberg con su versión cinematográfica. Sin embargo, en este caso, la adaptación al cine conserva únicamente el título del libro (que, de hecho, Crichton tomó de la novela homónima de Arthur Conan Doyle), el nombre de la isla y los de los personajes (porque ni las descripciones de los mismos, ni las relaciones entre ellos son iguales), alguna escena y elemento (por ejemplo, las caravanas), y la idea más básica (hay otra isla con dinosaurios). Nada más.

La película está estructurada en tres actos bien diferenciados (esquema típico, en este caso muy marcado por los lugares tan dispares en los que transcurren): un primer acto previo al viaje en el que parece que va a haber una trama más compleja de lo que resulta ser, un segundo centrado en la aventura en la Isla Sorna, sencillo y entretenido, y un tercero tan espectacular como excesivo. Y, volviendo a la comparación entre película y libro, es el tramo final lo que mejor demuestra las intenciones de Spielberg a la hora de continuar la saga jurásica, pues es una parte que no tiene equivalente en la novela. Spielberg apuesta al "más grande" típico de las secuelas, con más espectacularidad y acción, descuidando la trama. No es que la historia sea mala o tonta por sí misma, sino que está hecha de forma vaga y lejos de la originalidad de Jurassic Park. David Koepp se encarga del guion en solitario (para la primera parte contó también con el propio Crichton), centrándose en las aventuras y la acción, principalmente, gente huyendo de dinosaurios.

John Hammond ha perdido el control sobre su empresa, InGen, que ahora planea capturar los dinosaurios de la Isla Sorna para montar un pequeño Jurassic Park en San Diego. Aquí empiezan los problemas con el guion. En primer lugar, ¿por qué InGen? Tras construir un Parque Jurásico "sin reparar en gastos" y fracasar estrepitosamente, ¿no habría sido más lógico que InGen quebrara y fuera BioSyn la compañía que intentara hacerse con los dinosaurios (como ocurre en la novela)? Desafortunadamente, en esta entrega no se recupera el hilo argumental de BioSyn y Dodgson (el de "¡Dodgson está aquí!") y nunca se habla del tema, quedando como la mayor laguna en la saga cinematográfica hasta Jurassic World: Dominion, 25 años después (y no puede decirse que fuera un regreso satisfactorio del todo). Y en segundo lugar está el asunto de la isla. ¿Por qué Sorna? En las novelas de Crichton sabemos que la Isla Nublar (localización del parque original en Jurassic Park) fue bombardeada por militares de Costa Rica (sí, un país que no tiene ejército), por lo que la Isla Sorna es el único lugar en el que pueden encontrarse estos animales. En la adaptación, en cambio, esto no es así y habría sido más sencillo empezar por Nublar donde hay muchos menos depredadores.

Por lo visto, había una escena en la que el personal directivo de InGen explicaría que el Jurassic Park de Isla Nublar había sido desmantelado (y, presumiblemente, los animales eliminados), pero esta escena fue eliminada del montaje final y del canon de la saga (al recuperar dicha isla con sus instalaciones y dinosaurios en Jurassic World), dejando el asunto de la Isla Sorna como una simple excusa para meter más dinosaurios, más violentos y más peligrosos. Si en Jurassic Park había un Tyrannosaurus rex, ahora tenemos una familia. Si en Jurassic Park había tres Velociraptor, ahora hay una gran manada.

Como en la primera entrega, se intenta recrear a los dinosaurios con un aspecto verosímil y (hasta cierto punto) ajustado a las reproducciones de finales del siglo XX (sin plumas, protoplumas y similares). Como siempre, Spielberg se toma sus licencias, como el tamaño algo exagerado de los Stegosaurus (aunque la apariencia general es mucho más exacta que en Jurassic World). Posteriormente, vemos una estampida de dinosaurios en una cacería que homenajea a la película Hatari!. A Gallimimus, Parasaurolophus y Triceratops los vimos en la primera parte. También hay un pequeño Pachycephalosaurus que aparece embistiendo con la cabeza (algo que ahora no se cree que pudiera hacer) y una pareja de Mamenchisaurus (uno de los animales conocidos con el cuello más largo, aunque la reconstrucción de la postura del mismo en esta película es incorrecta).

Como he adelantado, no faltan las dos grandes estrellas de la primera entrega: Tyrannosaurus y Velociraptor. Los primeros (en plural) muestran su faceta más familiar y protectora (tarea que retoman los raptores en la secuela) en consonancia con la idea de que parezcan animales reales, sin dejar del todo ese aire de antiheroína que tenía la T. rex de Isla Nublar; siendo sin duda el gran atractivo de la película, por lo que se puede perdonar que la cría sea una reconstrucción bastante imprecisa. Mucho más lamentable es el papel de los Velociraptor (de nuevo, Deinonychus desplumados), aquí toda una manada que se dedican a matar porque sí (incluso entre ellos). Presentados como monstruos sanguinarios, están peor utilizados que en Jurassic Park III (dejando a un lado el absurdo sueño y el inverosímil comunicador "cámara de resonancia esculpida" interespecie) y protagonizan junto a la hija de Malcom la escena más tonta de toda la película.

Por cierto, en la primera película nos dijeron que estos animales fueron creados con la incapacidad de sintetizar el aminoácido lisina (Lys), de forma que si no se les administra mueren. Pero se desvela que han logrado sobrevivir al obtener la lisina de su alimento. En realidad, los vertebrados no podemos sintetizar la lisina (y casi ningún animal, junto a otros aminoácidos que varían según la especie), así que como método de contención es una chorrada, si bien es cierto que este error es herencia de la primera parte (y de la novela original) y El Mundo Perdido trata de enmendarlo... más o menos.

(Sigue sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Manospondylus
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