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Voto de Manospondylus:
5
Fantástico. Aventuras. Drama Las tediosas vacaciones en casa de sus tíos todavía no han acabado y Harry se encuentra más inquieto que nunca. Apenas ha tenido noticias de Ron y Hermione y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. En efecto, cuando por fin empieza el curso, sus temores se hacen realidad. El Ministerio de Magia niega que Voldemort haya regresado e inicia una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, encomendando a la horrible ... [+]
20 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de Columbus, Cuarón y Newell, Warner Bros puso al poco conocido David Yates al frente de las películas de Harry Potter. Antes de La Orden del Fénix, Yates sólo había dirigido telefilmes y episodios de series de TV; y esa falta de experiencia en la dirección de superproducciones se nota demasiado.

Aunque buena parte del fandom de Harry Potter considera El Misterio del Príncipe (también de Yates) como la peor película de la saga (debido a que incluye mucho amorío adolescente estúpido y se deja fuera importantes fragmentos del pasado de Tom Riddle, entre otras cosas), lo cierto es que la 6ª entrega cuenta con una fotografía espectacular, una maravillosa banda sonora y un buen manejo del drama. Algo es algo. La Orden del Fénix, por el contrario, no destaca absolutamente en nada.

Ya desde el tercer acto de la cinta precedente, El Cáliz de Fuego, la saga de Harry Potter deja completamente atrás su inocencia inicial y se vuelve mucho más sombría y trágica. Sin embargo, Yates se muestra aquí incapaz de manejar el drama, errando completamente a la hora de plasmar el suceso más importante de esta 5ª entrega (ese relacionado con cierto velo). Tampoco muestra mucha maestría a la hora de rodar las secuencias de acción, que son caóticas y confusas.

La película no comienza mal, pese a lo exagerado y sobreactuado de las provocaciones de Dudley, pero, a partir de ahí, el ritmo decae y la historia se va volviendo más pesada. La trama (ya desde el libro) repite el esquema típico en las aventuras del joven mago: comienza en la casa de los Dursley (parte omitida en el anterior filme), regreso al mundo mágico, vuelta a Hogwarts donde se desarrolla casi toda la cinta hasta llegar al clímax (que no tiene por qué acontecer en dicha escuela). Una dificultad añadida es que La Orden del Fénix es, con diferencia, la novela más larga de Harry Potter, aunque también es cierto que buena parte de lo que en ella ocurre puede ser eliminado sin problemas, y así se ha hecho. No aparece nada del Hospital San Mungo y, si bien es una lástima no volver a ver a Lockhart, ello no afecta demasiado al desarrollo de la trama. Aún así, hay momentos de cierta importancia por los que se pasa muy por encima. Sin embargo, el principal problema es la forma en la que se abordan los sucesos de más trascendencia, incluyendo el desenlace.

Después del inicio (ya digo, no es un mal comienzo), volvemos a ver a Gary Oldman como Sirius Black y a David Thewlis como Remus Lupin, ambos tan acertados como en El Prisionero de Azkaban (una pena que no aparezca Buckbeak). Toda la parte del Ministerio de Magia cumple, en parte por el buen diseño del set, y en parte por la actuación de Michael Gambon (Dumbledore) e Imelda Staunton, que interpreta por primera vez a la odiosa Dolores Umbridge. Precisamente, el personaje de Umbridge es uno de los mejor representados y más fieles al libro, y se le llega a coger asco (que es lo que se pretende). Desafortunadamente, la parte de Hogwarts es sorprendentemente tediosa y lo único destacable son, de nuevo, Imelda Staunton e Evanna Lynch como una perfecta Luna Lovegood (otro personaje intachablemente encarnado). Otra incorporación es Helena Bonham Carter como una exagerada e histriónica Bellatrix, mano derecha de Voldemort. Esta Bellatrix se aleja de la fanática de las novelas, pareciendo más una simple pirada de risa estridente, lo que resulta decepcionante (prácticamente el mismo caso que con Barty Crouch Jr. en El Cáliz de Fuego).

La lista de desviaciones respecto a los libros es larga. Los mortífagos voladores, el velo que no es tal cosa, el Avada Kedavra que nunca debió serlo (y que no mata en el acto), que Harry no se cuestione qué es la muerte... son sólo algunos de los cambios sin sentido, pero hay muchos desaciertos y muy variados.

Por algún motivo, Yates y Goldenberg (guionista) añaden (o acentúan) cierta "seducción del lado oscuro" que recuerda poderosamente a Star Wars. Por supuesto no tardaron en surgir comparaciones entre ambas sagas, y esa manía de Yates de mostrar los conjuros y maldiciones como rayos de luz verde y roja chocando no ayuda nada (algo que ocurre alguna vez en los libros y de lo que en las películas se abusa). Además, la historia toca el tema de la manipulación de los medios de comunicación (en este caso, un diario del mundo mágico que niega el regreso de Voldemort), pero, una vez más, Yates opta por la peor opción y llena la película absurdos periódicos (típica escena en la que entra un periódico tras otro para mostrar los titulares), un recurso manido como pocos. Además, La Orden del Fénix debería mostrar la relación entre Harry y Cho, reducida en la película a un par de besos, tristes, fríos y distantes, bajo el muérdago (cliché ridículo que viene del libro), quedando como algo tan innecesario como forzado y risible. Y, por último, está ese momento del velo, el clímax de la cinta, horriblemente llevado, con cambios innecesarios, una mala recreación de ese escenario, un montaje extraño, un combate fugaz y un dramatismo nulo. Sin duda el peor fallo de todo el largometraje y el que casi lo echa a perder por completo.

(Continúa abajo, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Manospondylus
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