Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Joel Torralbo:
9
Serie de TV. Thriller. Intriga Serie de TV (2021-). 9 episodios. Cientos de jugadores con problemas económicos aceptan una extraña invitación para competir en juegos infantiles. Dentro les esperan un premio tentador y desafíos letales.
22 de octubre de 2021
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘El juego del calamar’ es el último éxito comercial de Netflix. Pasajero, imagino, hasta que salga uno nuevo. El bombo mediático y la difusión en redes han sido muy extendidos. Muchos usuarios han recordado sus similitudes con otras obras como ‘Alice in the Borderlands’ o ‘As the gods will’, los cuales no he tenido el placer de conocer todavía. Así que analizaré exclusivamente lo que he visto en esta serie, pues creo que las influencias y copias puntuales son muy comunes, pero hay que valorar individualmente cada cosa.

Efectivamente, la propuesta inicial no es nada nuevo. Ya se ha tratado frecuentemente en el cine comercial con títulos como ‘Perseguido’ o más recientemente ‘Scape Room’, por poner algún ejemplo. Tampoco lo es su crítica política/socio-económica de fondo. La sátira del sistema capitalista o el reflejo de sus excesos suelen ser una constante, comúnmente retratados de forma bienintencionada y sin mucha profundidad o ferocidad detrás, con algunas excepciones como ‘Parásitos’.

La historia nos presenta a un grupo de “losers”, gente cuyos proyectos vitales han fracasado. Algunos son unos delincuentes y matones, otros sin embargo no son más que individuos endeudados hasta las cejas, unos pobres desgraciados a los que la aventura de abrir un negocio o intentar prosperar socialmente no les trajo el resultado que se promete cuando inicias el juego. El capitalismo es distinto por zonas: mientras en unos países existen más cotas de bienestar y políticas públicas, en otros la libertad económica y la desregulación desmesurada suelen derivar en una fuerte polarización de las clases sociales. Es el caso de Corea del Sur, donde las desigualdades son muy extremas. Es por ello que no resulta exagerada la perspectiva que se nos muestra en la serie. Este trasfondo ha dado pie a diversos análisis centrados en estas cuestiones en algunos medios. Yo recomiendo el artículo de Nuria Labari en El País, muy interesante. *

Al margen de estas consideraciones, lo que más me interesa es el desarrollo y la evolución de la trama y los personajes. Se trata de un producto entretenido, principal función que creo que se debería cumplir. El primer capítulo tiene una introducción enérgica, teñida con un poco de humor histriónico por parte del protagonista. Aunque intuyes lo que se avecina, el primer juego impacta por su ambiente macabro y la ola de sangre y violencia que se desata en un instante. A partir de ahí logra engancharte y querer ver más. El segundo episodio, inteligentemente, da un respiro a la acción y profundiza en las historias personales. Resuelve bien la persuasión sobre el callejón sin salida en el que se encuentran, lo que hace que vuelvan a caer en la tentación.

La serie logra un buen ritmo y una fuerte tensión narrativa. Esto se consigue, en parte, gracias a la alternancia de las dos tramas paralelas, la de los juegos y la del inspector de policía. Por otra parte, tanto en las pruebas como en la convivencia de los participantes se consigue una narración en la que podemos observar de forma coral a varios sujetos ante los retos que se les presentan. Pero es sobretodo el componente psicológico lo que más favorece esa tensión y lo que más me ha llamado la atención en estos nueve episodios. Los personajes, aunque excesivos algunos (supongo que por influencia del manga quizás), son bastante reales, personas que podemos encontrarnos en la vida real perfectamente. De igual forma ocurre con sus reacciones desde el principio. * Aquí me resulta muy destacable el trabajo de los actores, ya que son sometidos a distintas situaciones extremas en las que deben evitar su muerte a toda costa. Algunos sacan lo peor que llevan, otros pecan de ingenuidad y otros deben recurrir a acciones que nunca hubieran imaginado. La bondad de Seong Gi-hun choca con el realismo y el pragmatismo de Cho Sang-woo, si bien ambos acaban haciendo lo que sea por sobrevivir. Esto hace pensar al espectador que haría en esos momentos. En mi caso, no juzgaría al último porque creo que a cualquiera podrían surgirle las mismas reacciones.

De esta forma, los juegos los van agotando moralmente a la vez que vamos conociéndolos mejor. Hay un punto culmen que para mí es el brillante episodio de las canicas, con un gran trabajo interpretativo de Lee Jung-jae y Park Hae-soo, junto con HoYeon Jung.* Cuando llegamos al último juego, este es el menos espectacular. Sin embargo, todo el desarrollo anterior hace que los protagonistas exploten y se llegue a un final muy logrado dramáticamente.

En el apartado artístico, la serie es bastante correcta. Los decorados y la fotografía consiguen la atmósfera adecuada y los escenarios de las pruebas, así como los exteriores de la isla, le dan un toque de fantasía y thriller criminal a la historia. El juego de colores también es interesante y muy vistoso. Estamos ante una producción que, aún con el exotismo que pueda suscitarnos en occidente, no deja de ser un fenómeno con una impronta mainstream al estilo asiático. Pero sin duda se desenvuelve bien en su función de entretener, impactar y lograr las reacciones de muchos espectadores que hemos disfrutado viéndola del tirón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Joel Torralbo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow