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España España · cartagena
Voto de togusa79:
8
Musical. Thriller. Comedia. Terror La familia Katakuri acaba de abrir una casa de huéspedes en las montañas, pero con la mala fortuna que su primer cliente se les suicida. Para evitar problemas deciden enterrarlo en el jardín. Las cosas no mejoran con su segundo cliente: un famoso luchador de sumo que muere teniendo sexo con una menor.... (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Takashi Miike es uno de los directores más extravagantes (para lo bueno y lo malo) del panorama actual cinematográfico. Pocos autores son capaces de hacer 3-4 o hasta 5 pelis en un año y que alguna de esas (no todas, eso es imposible) sea hasta potable y curiosa. Esta abundancia de títulos ha hecho que sea uno de los directores de culto más curiosos del momento con obras tan interesantes como Ichi the Killer, Audition, la trilogía de Dead or Alive o esta de la que hablamos ahora.

2001 fue un año prolífico para Miike. Llegó a estrenar hasta 7 pelis de las cuales salieron obras como Ichi the Killer, Visitor Q y los Katakuris como pelis potables (el resto son bastante mediocres) Si en Ichi the Killer ahonda en el cine de acción más exagerado y brutal y en Visitor Q visita el horror más perturbador, en La Felicidad de los Katakuris nos sorprende con un musical de lo más marciano, mezclando Sonrisas y Lágrimas con apuntes de historia de asesinatos, comedia negra, terror, drama absurdo y hasta animación en plastilina.

Todo esto está bastante bien agitado (que no mezclado) y es un ejemplo de como la mente de Miike es capaz de pensar mucho más rápido que la del resto de la gente y a veces le cuesta plasmar lo que quiere y por eso "vomita" todo lo que tiene dentro saliendo de su mente esta surrealista rayada digna de ser analizada por cualquier psicoanalista. Pero no nos preocupemos. Eso no significa que estemos ante una obra complicada. Ni mucho menos. Los Katakuris es tan simple como una canción de Boy Scout y por eso se disfruta de buen agrado.

Explicar la historia es imposible. A Miike le ha interesado siempre más las situaciones que las historias y nunca se ha preocupado por enlazar éstas. Los Katakuris se disfruta por escenas y no por su total. Otra cosa es el trabajo de los actores que viendo la tamaña absurdez que le ha metido su director, son capaces de crear personajes bastante realista: el padre protector, la madre ama de casa, el hijo macarra, la hija madre-soltera, el abuelo gruñón, la niña encantadora y el perrito... Toda una familia Engels... pero con muertes. Destacar las impresionantes escenas musicales (incluído una con karaoke que es lo más).

Miike en su interminable filmografía nos ha mostrado detalles de su talento arrollador y a veces incomprensible. Los Katakuris es un ejemplo de ello.
togusa79
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