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Voto de Cinemaparadiso1951:
8
Western. Musical. Comedia Un granjero de Michigan y un buscador de oro se asocian en plena fiebre de este metal en California. Sus aventuras incluirán el comprar y compartir una esposa, apoderarse de un teatro, secuestrar a seis prostitutas y convertir su campamento minero en una auténtica ciudad. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La leyenda de la ciudad sin nombre” es el último musical clásico, que cerró una época, la década de los 60, llena de éxitos adaptados al cine de los musicales de Broadway: “West side story”, “My fair lady”, “Sonrisas y lágrimas”, “Camelot”, “Funny Girl” y “¡Hello, Dolly!” Esta vez se trata de una obra ambientada en el viejo Oeste, en la época de los pioneros buscadores de oro que sentaron las bases del capitalismo al colonizar las tierras vírgenes y fundar grandes ciudades. Mezclar el musical y el western no fue ninguna novedad; recordemos las anteriores “Siete novias para siete hermanos” y “Oklahoma”. En el filme que nos ocupa predominan los tipos rudos, la mujer como objeto de deseo y la libertad de costumbres fuera de las ataduras de la moral y de la civilización.

Obra espléndida, con un buen equilibrio entre el humor, la comedia romántica y la épica, no fue bien recibida por el público, tal vez porque empezaba a cansarse entonces de los musicales, y fue un gran fracaso en taquilla en todo el mundo, menos precisamente en España, donde fue muy vista y, de hecho, aguantó un año entero en cartel en un cine de la Gran Vía madrileña.
Entre los intérpretes, destaquemos el trío protagonista: Lee Marvin, medio humano medio salvaje, se come la pantalla; Clint Eastwood, bastante joven entonces, en un personaje tranquilo y sentimental, inhabitual en él; y Jean Seberg, la mujer deseada por los dos, que está guapísima.

Lo mejor.- El sentido del espectáculo es total; y algunos números musicales son inolvidables, como “Al viento lo llaman Maria” o “Estrella errante” cantado por el mismo Lee Marvin con su carrasposa voz.

Lo peor.- Como la mayoría de los musicales, el ritmo de la película es irregular y decae en ciertos momentos.

El momento.- El comienzo y el final son equiparables en espectacularidad y en emoción.

¿Sabías que Clint Eastwood, además de cineasta consumado, como actor y como director, ha sido siempre un apasionado de la música? En esta película canta, es un enamorado del jazz y del country, ha hecho alguna vez de cantante y ha compuesto la música de varias de sus películas.
Cinemaparadiso1951
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