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Voto de Cinemaparadiso1951:
8
Western Personajes muy variopintos emprenden un largo, duro y peligroso viaje en diligencia. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy entusiasta particular de “La diligencia”, aunque me gusta. Y soy de los que piensan que es un esbozo de obras más maduras dentro del terreno del western que John Ford filmaría en épocas posteriores. Baste recordar, dentro de las cumbres del género, “Pasión de los fuertes” en la década de los 40, “Centauros del desierto” en los 50 y “El hombre que mató a Liberty Valance” en los 60.

Lo que ocurre es que hay que situarse en 1939, cuando el público consideraba que el cine del Oeste era un género menor, un puro pasatiempo cargado de tópicos y de clichés repetitivos, con poco interés por los personajes y, por supuesto, muy lejos de considerar este tipo de cine como un modo de expresión artística. En este sentido, pues, “La diligencia”, aun con sus ingenuidades y convencionalismos que resaltan hoy más que ayer, es una obra fundacional. Representa, una vez más, la solidez de un director que ennobleció el género western hasta hacerlo inseparable de él, que lanzó a una estrella como John Wayne que entonces aún no lo era, y que demostró que el cine del Oeste podía dar mucho de sí para representar la condición humana, el continuo enfrentamiento entre el bien y el mal y todo el contexto histórico en el que hay que situar la epopeya americana por excelencia, o sea, la colonización.

Además, estamos hablando ya en el 39 de una verdadera “road movie”, y de aquí surgieron muchas historias itinerantes en las que el viaje, y a veces, como aquí, en el ambiente claustrofóbico de un carruaje de caballos, es el medio para que un grupo variopinto de personajes se dé a conocer, se interrelacionen y puedan terminar su aventura algo mejor que al principio. Mientras tanto, hay tiempo para subvertir esquemas mentales cerrados, provocando el realizador (al contrario de lo que algunos dicen de él) una simpatía manifiesta por aquellos personajes que podían representar la “escoria de la sociedad” (un pistolero fugitivo, una prostituta o un médico borrachín), simpatía de la que participa plenamente el espectador. Puede decirse que el pistolero y la chica de mala vida (John Wayne y Claire Trevor) destacan por su calidad humana por encima del resto.

Al cabo de más de ochenta años desde su realización, sigue siendo modélica la secuencia de la persecución de los indios, grupo humano al que posteriormente Ford defenderá en títulos como “Fort Apache” y, sobre todo, “El gran combate” Pero también se nos queda en la memoria el análisis de comportamientos aunque los personajes no tengan demasiada complejidad.

La flauta no sonó por casualidad. “La diligencia” dividió la historia del género en un “antes” y un “después”. La evolución posterior del western, género al que se ha acercado la mayoría de nuestros directores clásicos americanos (a excepción de Chaplin, Hitchcock, Wilder, Lubitsch y pocos más) ha demostrado que es un género tan respetable como cualquier otro y ahí queda un buen puñado de obras maestras para confirmarlo.
Cinemaparadiso1951
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