La película que da final a la trilogía, para mí, más grande de la historia cae un poco con respecto a las dos anteriores. Sobre todo teniendo en cuenta lo tremebundo de la segunda, que se reinventa de una manera bárbara.

Siendo objetivos, esta película estaba concebida para darle un final (aunque algunos, como el joven Efron, se empeñen en resucitarla) correcto a la trilogía y eso lo cumple: Marty a su sitio, y Doc al suyo.

Geniales los guiños constantes del director a las dos primeras películas, con los antepasados de protagonistas y antagonistas y representados por los mismos actores que hacen de descendientes. Pero no tanto la película, y es inevitable dada la extrema calidad de las otras dos.

Es una pena que el guión de la misma parece que no diese para más, se podía haber intentado la apoteosis.

Pese a todo, y destacando que no me gustó el final (en "Spoiler"), una película que cierra la mejor trilogía de la historia del cine no puede tener una nota mediocre.