"Shameless", bajo su desvergonzada mala leche, desborda una nada aparente realidad disfrazada de humor inteligente, socarrón y directo aunque no apto para un público joven. Es una sorpresa el ver como una serie norteamericana afronta muchos de los temas de hoy en día como unos dardos que apuntan directamente al sexo sin prejuicios, la relaciones entre padres e hijos y una serie de episodios que mantienen la atención constante con una dosis de humor negro que nunca sobrepasa el mal gusto, porque todo lo que ocurre en la serie está tan bien planteado que nunca se toma en serio. A todo esto se añaden un conjunto de intérpretes en estado de gracia, destacando una Joan Cusack espléndida.Es una de las series más divertidas y descaradas de los últimos años; si no la que más, dejando las tonterías de House y cosas por el estilo a la altura del barro. Soberbia y espléndida serie.