Vayamos por partes.
¿Es una buena serie? Ni idea. En los diez primeros capítulos apenas se esboza el guion puesto que, entre personajes secundarios venidos a más, y personajes que no vienen a cuento, la cosa se alarga hasta el infinito. Conociendo la saga, por los libros, ves un hilo conductor, pero claro, cualquier parecido con los libros es pura coincidencia. Eso sí, papel de celofán de primera. El envoltorio es de los caros. Las treinta monedas.
¿Es una buena adaptación? Bien, yo más bien diría ¿es una adaptación? Ni por el forro. A menos, claro, que hayan adaptado el título, en cuyo caso algo se adivina. Pero no mucho, no vayan a pensar.
¿En qué falla? No voy a entrar en temas Woke y mamarrachadas similares, ya se ha explicado todo lo explicable de este tema. Tampoco en como se retuerce el carácter de los personajes para adaptarlos al rol que por moda se les ha impuesto. Eso podría ser perdonable si se respetase mínimamente la trama. El error imperdonable, ya indicado en otras críticas, es Demerzel. Un robot jamás, jamás, jamás de los jamases puede hacer lo que hace Eto. Es más, un robot, por algo muchísimo más sutil, ya fríe sus circuitos positrónicos. Léase información acerca de R. Giskard Reventlov, probablemente el personaje más importante de toda la saga robótica, mano a mano con R. Daneel Olivaw. Asimov repudiaría esta farsa, no por el cambio de personajes, ni por los cambios de sexo o raza, ni tan siquiera por las tramas secundarias, incluso tampoco por el uso de la violencia, probablemente. La repudiaría por manchar de esta manera toda la saga, al obligar a un robot a matar. El bueno de Isaac demandaría a estos patanes, y no les hubiera dejado perpetrar esta abominación.
NOTA 1: Robyn Asimov es su hija, no su hijo (como alguien poco informado ha soltado por ahí). Y está claro que le interesa más el dinero que el legado de su padre.
NOTA 2: Sí, son cuatro leyes.
NOTA 3: "Basado en ", si queremos buscar los tres pies al gato, implica un cierto respeto a lo escrito por el autor. Por ejemplo, lo citado, que un Robot jamás puede matar, es una premisa básica (ojo al dato) en toda la saga. Ahora bien, si somos unos caraduras, podemos decir que nuestra vida se basa en la de James Bond, y encima dar lecciones de comprensión lectora.