Esta sucesión de "gags" deslabazados no se puede considerar ni tan siquiera una película. Es una pena que Wyoming se haya metido a protagonizar esta chapuza. Lo mínimo que podemos pensar después de verla es que por lo menos no se han hecho las otras dos. Para hacer esta clase de películas, hace falta algo que aquí no se ve por ningún lado: talento. Se puede hacer una película parodiando otras del género, o intentando aprovechar la fama de Torrente y ser original, hacer gracia, entretener en definitiva, que es lo que se pretende. En Vivancos 3 no son originales, no hacen ni puñetera gracia y estás deseando que llegue el final para no saber nunca más de ella. Luego dicen del cine español, pero es que hay cada peliculita que vaya...