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España España · malaga
Voto de alcaide:
7
Cine negro. Intriga. Drama En Estados Unidos, durante la Gran Depresión, un vagabundo llega a un restaurante situado en una carretera secundaria. El dueño le ofrece un trabajo, pero él lo rechaza. Sin embargo, cuando ve a la mujer del propietario, el forastero decide quedarse. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera adaptación de la novela del mismo título escrita por James M. Cain y llevada al cine en 1946 por Tay Garret, uno de esos clásicos indispensables del cine negro, con una Lana Turner inolvidable.
Para los curiosos existe una primera versión de 1943 llamada "Ossessione" y dirigida por un joven Luchino Visconti, un film prohibido por los propios editores de la novela de Cain, que impideron su estreno en cines estadounidenses hasta 1976.

El encargado de modernizar el texto para esta nueva versión es uno de los mejores guionistas del Hollywood de los últimos 30 años, un por entonces no tan conocido David Mamet, suyo es el mérito al revitalizar la historia y la dotarla de una manera más explícita con la energía erótica necesaria para dar mayor profundidad a tan perturbadora trama.

Trás la cámara un siempre eficaz Bob Rafelson, adecuado para darle ese necesario equilibrio a un argumento más audaz, esto es, no obviar que se trata de un film ambientado en la Grán Depresión.

Lo de Rafelson y Jack Nicholson merece un capítulo aparte, en esta sumaban ya su tercera colaboración director-actor, una relación fructífera donde las haya y que llegaría hasta un total de cinco títulos, donde destacan, además de la que nos ocupa, "Mi vida es mi vida" y "Sangre y vino".

La química entre Nicholson y Jessica Lange es su otro punto fuerte, mítica es la famosa escena en la mesa de la cocina, esa en la que la harina cumple otra función y es devorada por la pasión de 2 actores entregados a sus más bajos instintos, hasta tal punto es así, que muchos pensaron que la escena de sexo era verídica, aunque dicha cuestión fué desmentida más tarde por las personas involucradas en el rodaje.

Anécdotas aparte y fuera real o no, sin duda que es un momento que pertenece a los anales del mejor cine de evasión.

Un título emblemático en unos recien nacidos años 80, recoge el testigo polémico de títulos pióneros de la década anterior, como "El último tango en París" o "El imperio de los sentidos" con la diferencia de ser en esta ocasión un film genuinamente americano.
Si algo quedó claro trás su estreno, es que la audiencia estaba preparada y deseosa de tales apuestas, ellos son los responsables directos de su éxito en 1981.
alcaide
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