Aunque en la película hay algo de destape dada la época en la que nos encontrabamos se puede decir que en el aspecto erótico se muestra comedida digamos teniendo en cuenta que en el reparto se hallan varias actrices que triunfaron preferentemente dentro del destape. Lo que irrita en esta intrascendente pero simpática obra es como se desaprovecha a una actriz genial como era Terele Pávez en un cometido poco relevante. Del resto de las actrices del reparto se puede destacar a Cristina Galbó que sale vestida de monja en una parte de la película y que tiene cierta gracia en su papel revelando además un evidente poder de sugestión. La película se sobrelleva sin problemas gracias a los agradables fondos musicales que tiene y que acompañan en buena parte del metraje a las acciones de las mujeres protagonistas. Resulta divertido hacer comparaciones físicas entre las componentes del reparto y como Alfonso Santiesteban compuso la música con acierto pues en el film desde el primer momento se ven claros cuáles son sus alicientes. La película está rodada casi toda en exteriores y esta planificada a partir de una idea relativamente ingeniosa ofreciendo a Fernando Sancho en un personaje casi autoparódico que resuelve con facilidad. Una comedia ligera en cierto modo aceptable.