Está protagonizada por Dean Reed y Patty Shepard que tuvieron unas muertes muy distintas. "Veinte pasos para la muerte" resulta ser ligeramente superior al otro intento de Manuel Esteba dentro del campo del western que fue "Una cuerda al amanecer" puesto que en la que protagonizan Reed y Shepard hay algunos momentos enérgicos que se ven realzados por un manejo elegante de la cámara y por el vigor expositivo que no se encontró en el otro western de Esteba. Así poquito a poquito "Veinte pasos para la muerte" va ganando un relativo interés por parte del espectador que se encuentra con un buen aprovechamiento de los escenarios naturales y unas interpretaciones aceptables por parte de protagonistas y secundarios. Se trata de una producción de Ignacio F. Iquino que por varios motivos representa una figura importante dentro de la historia fílmica española que siempre coproducia este tipo de westerns con Italia encargando generalmente la dirección a cineastas como Juan Xiol y Juan Bosch. En este caso el encargo fue para Esteba quien a partir de 1978 estropea su carrera con engendros tales como el horroroso "Trampa sexual". Este western con sus limitaciones y todo puede entretener a aficionados a este género que no sean demasiado exigentes porque capta parte de las características básicas del género y aunque sin convencer del todo Esteba defendió medianamente bien el proyecto.