Infravalorado film de Charles Chaplin en el que penetra de lleno dentro del universo circense para mostrar su talento a través de inspiradas y divertidísimas situaciones cómicas de slapstick en las que el genio británico interactúa con payasos, mulas, leones, ilusionistas o juguetones primates.

Se trata de una maravilla del cine cómico mudo envuelta en ese manto agridulce y sentimental no exento de romanticismo tan característico de su autor, redondeando una obra notable que merecería un mayor reconocimiento del que realmente tiene.