Un filme entretenido que mantiene al espectador atento durante más de 2 horas, lo cual no es nada fácil de conseguir. Y si lo hace es debido al buen trabajo que realiza el reparto. Y es que hay grandes actores que brillan a lo largo de la película. Sean Connery está muy bien como el capitán del Octubre Rojo con una presencia enorme que se come la pantalla, Alec Baldwin hace exactamente lo que tiene que hacer, Sam Neill tiene sus momentos, sobre todo cuando está junto a Connery, Scott Glenn tiene bastante protagonismo para ser un secundario y lo cierto es que destaca, Tim Curry es el que menos sobresale, aunque esto se debe al guion totalmente, James Earl Jones es otro que no decepciona, y eso que sale poco el hombre. Como veis, se trata de un elenco actoral muy potente, y que conste que me he dejado nombres como Tomas Arana y Stellan Skarsgard, 2 personalidades que no son precisamente desconocidas. Desde luego, John McTiernan (un maestro de la acción) supo reunir un grupo interesante y se puede decir que el resultado fue positivo. En cuanto a los otros aspectos de la película, la banda sonora de Basil Poledouris da en el clavo y ofrece unas melodías que acompañan a las escenas de forma muy satisfactoria. Mención especial para aquellas que se escuchan en las partes más intensas del metraje. La fotografía por parte de Jan de Bont tampoco está nada mal. Los efectos visuales se ven bien para la época. Eso sí, a día de hoy cantan un poco, pero entra dentro de lo normal. Quizás le falte algo de acción en ciertos pasajes que resultan un poco lentos. Sin embargo, sigue siendo un thriller decente que además funciona como crítica de la Guerra Fría.