Producido por Steven Spielberg y dirigido por Joe Dante, quien también dirigió su secuela en 1990 y alguna que otra película también medio conocida como Aullidos de 1981, este metraje hace pasar unas casi dos horas de puro entretenimiento con una mezcla bien sólida de terror y comedia.
La historia es simple pero interesante para el espectador. Muy acertado el hecho de ambientar el film en la época navideña. Le da una ambientación única y familiar, por no mencionar el toque macabro en algunas escenas que ayuda a crear suspense.
Las criaturas están muy bien creadas, tanto en su diseño como en su realidad visual. Dan la auténtica sensación de ser reales.
Los personajes no son precisamente lo mejor de la cinta. Únicamente se salva el protagonista y su interés amoroso. El resto ni pincha ni corta simplemente. Está en la trama y ya está.
Si no le pongo más de un 7 es porque esta film no aspira a ser más que una comercial de entretenimiento. No da mensajes ni profundiza en nada de lo que representa. Es muy entretenida desde luego y para algunos está producción es un clásico. En mi opinión no llega a tanto, de hecho solo ha tenido una secuela y no conseguir una trilogía como mínimo demuestra la poca expectación que levantaron los Gremlins. En esto tiene que ver lo difícil que es juntar dos géneros en una película siendo prácticamente lo opuesto el uno del otro ya que no suelen dar resultados positivos.
Aun así considero a los Gremlins unos seres muy interesantes y forman parte del cine ochentero. La segunda parte la veré más adelante cuando la alquile o la echen por televisión, y cuando la visione la criticare y la comparare con esta.