Estamos ante una cinta cuya historia resulta tremendamente entretenida gracias al enorme carisma que posee el personaje del nombre que aparece en el título. Pese a que la trama se basa en la conocidísima leyenda del rey Arturo, el protagonismo recae sobre el mago como bien indica la portada del filme. Nos encontramos en la Inglaterra medieval, donde un niño conoce a un sabio anciano que tiene poderes mágicos. El hechicero enseñará al muchacho varias lecciones para que aprenda cómo es el mundo y la vida. La película no tiene momentos aburridos, pues siempre suceden cosas durante la proyección. La escena de las ardillas es genial, súper divertida con ese gran toque de humor. El lobo siempre me ha dado bastante pena a decir verdad.