No me gusta demasiado Dragon Ball Super. Por muchos episodios que vea no le encuentro interés por ninguna parte. Además que ese toque moderno que tiene me parece tan innecesario como infantil. Yo me crie viendo Dragon Ball Z y al comparar esta con Super lo veo como un insulto descarado. Todo eso bajo mi opinión personal.
Ahora me centraré en criticar esta película en la que volvemos a ver al super saiyano legendario, Broly. Broly siempre me ha encantado, no lo voy a ocultar. Lo considero como el mejor villano de las pelis de Dragon Ball Z y sus dos primeros films son mis preferidos de la serie. Aparte de todo lo anterior nombrado, es un personaje cuyo diseño me resulta espectacular.
En esta tercera película de Dragon Ball Super siendo la secuela de La batalla de los dioses y La resurrección de Freezer vemos un Broly muy distinto al que conocemos. Si el Broly de antes era pura maldad y pura destrucción careciendo en todo momento de personalidad, este nuevo guerrero de la leyenda tiene bondad en su interior. No sólo eso, sino que también siente aprecio por su padre Paragus pese a que este último siempre lo ha tratado más como un arma que como a un hijo.
La historia del film nos da una introducción que todos esperamos, pero que cambia con respecto a la versión que creíamos que íbamos a ver. En parte esto me parece correcto porque así tenemos otra visión acerca de los personajes que conocemos. Otro detalle es el comienzo del reinado de Freezer anunciado por su padre el Rey Cold.
Durante la mitad de la película el ritmo decae hasta aburrir en algunos minutos. Ese tiempo termina cuando empiezan los combates entre Goku y Vegeta contra Broly. A lo largo de la pelea podemos presenciar transformaciones increíbles y unos golpes entre todos los combatientes que hacen que las escenas parezcan estar sacadas de un videojuego. Buenos efectos visuales, que eso sí salen muy deprisa, pero eso no le quita en absoluto ningún ápice de calidad a la hora de su sensacional disfrute.
Los escenarios unidos a la luz de las energías de los guerreros propician que seamos testigos de un espectáculo de luces con movimientos constantes que no cesan.
Pese a ser diferente, este Broly también tiene su encanto. No lo comparo con el otro porque al no parecerse en prácticamente nada se trata de dos personajes con el mismo nombre y ya está.
Esta película es entretenida y con sus secuencias de batalla pasareis una hora y media de grato entretenimiento. Para los fans que esperan encontrarse con el antagonista de los metrajes anteriores se llevarán un fiasco tremendo. Si estos se esperan por el contrario una pura cinta de Dragon Ball Super podrán disfrutar de un largometraje decente en la mayoría de sus aspectos.
Sin duda esta es mejor película que La batalla de los dioses y La resurrección de Freezer.