Una vez vista, confirmo que esta película ofrece exactamente lo que promete, lo cual es un enorme entretenimiento cimentado en base a una comedia de acción frenética y gamberra. De modo que he salido muy satisfecho del visionado del film, y, de hecho, hasta diría que me ha dejado con ganas de más. Y sí, quiero y espero que haya una secuela, y si es posible, que no tarde mucho en llegar. La trama nos presenta una serie de personajes muy interesantes que, "por azares del destino", acaban juntándose en un tren bala que va hacia Morioka. No dejan de suceder cosas en ningún momento y la diversión está muy, pero que muy presente a lo largo del metraje. Un metraje, por cierto, que sobrepasa las 2 horas de duración, y aun así nunca se hace aburrido ni pesado, lo digo con total y/o plena sinceridad. Las coreografías de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo están bien trabajadas. Repito que los personajes son muy interesantes, cada uno podría tener su propia película, ahí lo dejo. Todos ellos son asesinos, y, como ya sabíamos antes de ver la producción, se va a dar un espectáculo de golpes y sangre digno de ver. Los efectos visuales son efectivos y los diálogos también. El reparto cumple con actuaciones convincentes. Aunque Brad Pitt sea el personaje principal, lo cierto es que el protagonismo está bastante repartido durante el filme y eso a mí me gusta (y mucho). Destacables los papeles de Joey King, Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry. Desde luego David Leitch sabe cómo dirigir un producto de estas características, ya lo demostró con Deadpool 2, aunque patinó de forma estrepitosa en el spin-off de Fast & Furious de hace 3 años, algo que me sorprendió. Y es que a excepción de este último trabajo mencionado, me gusta todo cuanto ha realizado porque tiene talento a la hora de ofrecer cine de acción. Tampoco se le da mal el humor negro, pero...los reyes de este subgénero son indudablemente Quentin Tarantino y Guy Ritchie. Así que Bullet Train es un buen divertimento que merece ser visto y disfrutado en una sala de cine. Como anécdota diré que mi padre se lo pasó genial mientras veía conmigo la peli, se rio mucho y disfrutó como un niño.