Quien haya visto Manhattan se podrá dar cuenta del uso que el director da los encuadres, componiendo en un PG donde la acción sucede en un pequeño punto a la izquierda de cuadro. Es el ejemplo en que Ike (Woody Allen) y Mary (Diane Keaton) están en el apartamento trabajando, y Mary recibe una llamada la cual le hace mentir a Ike ya que se trata de su ex-amante Tracy (amigo de Ike). Ike, encuadrado a la izquierda, Tracy encuadrada a la derecha, ambos les separa un sin fin de pared lo que nos narra la difícil relación de ambos y todo un muro de hormigón que deberán franquear si quieren estar juntos. La escena enlaza con un PG de una de las calles de Manhattan en la que escuchamos la voz de Tracy hablando desde una cabina, esta se ve muy pequeñita, otra vez a la derecha del encuadre, con el mismo estilo de cuadro de Mary mostrando de esta manera la conexión que aun les une.

En ese sentido gran trabajo creativo de encuadre y no hay que olvidar el uso de la pantalla ancha que uso Gordon Willis ya que con un formato 1.33, la sensación no hubiera sido tan aplastante.

Nombrar también a los inicios de la película cuando Ike y Tracy junto con sus parejas andan jugando con los claroscuros de la calle y el movimiento de cámara que les sigue, dejando primero en una multiescala y luego fuera de cuadro a ellas en el momento que Tracy habla de su amante (Diane Keaton) para volver a una multiescala cuando habla de su actual esposa.
El film está repleto de ideas creativas y bien trabajadas. Como es de esperar, los diálogos están a la altura y a pesar de ser completamente críticos y satíricos con la sociedad actual y el modo en que vivimos Woody los escribe de un modo muy atrayentes.

Película excelente, creo que indicada para la gente que le gusta o no a Woody Allen.