No puedo quejarme, esta secuela supera a la original, pero lo hace de un modo ínfimo. Es decir posee elementos positivos de su antecesora, pero los nuevos personajes no son tan atractivos como en la primera, pero el señor Verbinski cuenta con elementos como los efectos visuales que hace que su barco no naufrague.
En cuanto a la trama es sencilla pero no rebuscada, y es el más gran aliciente para que el público haga colas para esperar la tercera parte.
Sé que es mi opinión considerándome un gran fanático de titulos de aventuras, pero me sobra un resto de imparcialidad para considerar este film como muy recomendable para todo tipo de público, que se perfila como un gran clásico de la factoría Disney.