Buena película, que retrata fenomenalmente las andanzas de unos mafiosos italoamericanos (e irlandeses), con su ascenso y su caída de rigor, como no podía ser de otro modo. Y digo esto, porque pese a todos sus aciertos, al entretenimiento que proporciona y a la excelente interpretación del reparto, me parece una historia de lo más manida. Quizás cuando se estrenó fue considerada como algo fresco, no lo sé. Pero hoy en día (2012), tras su visionado, me quedo con la sensación de haber visto, oído o leído este mismo relato muchas veces. En cuanto al reparto, como decía, me parece que cumple con creces. A destacar Joe Pesci, que con su papel de matón chiflado de gatillo fácil, consigue que me enoje con él en ciertos momentos (solo un poco, se que es una película...); y Ray Liotta, que también está muy creíble dando vida a un mafioso algo más mesurado que su compañero, pero igual de violento y cínico cuando hace falta (interesantes sus comentarios como narrador). Por último, respecto al apartado musical, me parece que usa muy buenas canciones pero que abusa de ellas: en varias ocasiones, se encadena un tema tras otro tras otro (casi ninguno instrumental, creo recordar), sin ningún descanso y también sin mucho sentido.

Resumen: cinta bastante buena, aunque un tanto manida y previsible, que se apoya en una excelente labor del reparto y en una buena ambientación (pese al batiburrillo de banda sonora).