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3
7,2
15.721
Drama
Jan (Daniel Brühl), Peter (Stipe Erceg) y Jule (Julia Jentsch) están disfrutando de su rebelde juventud. Les une su pasión por cambiar el estado del mundo. Se convierten en "Los edukadores", cuyas acciones no violentas tratan de avisar a los ricos locales de que sus días de abundancia están contados. Las complicaciones aparecen cuando Jule se enamora de ambos jóvenes. Además, una de sus operaciones se complica, y lo que se convierte en ... [+]
22 de febrero de 2007
27 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y todo transcurre en Alemania, tres jóvenes superan el idealismo patacón y se adentran en una utopía que no se la cree ni Dios. Esta película es tan mala, está tan mal hecha, que sólo puedo rumiar palabras irrespetuosas cuando pienso en ella.
Esta es una película "necesaria", "muy necesaria"(de hecho, yo la vi desde la presión de una inmadura que me dijo durante 8 meses que "tenía que verla"), los jóvenes del siglo XXI deberían inyectársela en vena para poder vivir según Hans Weingartner y Katharina Held(guionistas del proyecto) dictan, escriben, producen y ruedan.
No sólo es que la filosofía de la película sea simplona, sino que raya la bobería más transcendental. Los diálogos son estereotipados, previsibles. Interpretados horriblemente, dirigidos aún peor.
El casting desacertadísimo, el joven bajo (Daniel Brühl creo) es un lechoso con la barba de un niño de teta, no se le vería rebelde ni se hubiese asesinado a tres viejas con un pilot. Al chico alto (Stipe Erceg creo) le esculpieron la cara a a cinzel, convirtiéndose su cara en algo bastante desagradable de ver. El viejo es un traidor desde la primera toma, se hace tan previsible su cara malévola hace que cualquier parecido con la bondad sea mera coincidencia.
Esta es la típica película mala que me cabrea, porque se huele el dogmatismo, la necesidad docente, no te dejan disfrutar del arte por el arte.
Fran, vas a odiar esta película, lo sé.
Esta es una película "necesaria", "muy necesaria"(de hecho, yo la vi desde la presión de una inmadura que me dijo durante 8 meses que "tenía que verla"), los jóvenes del siglo XXI deberían inyectársela en vena para poder vivir según Hans Weingartner y Katharina Held(guionistas del proyecto) dictan, escriben, producen y ruedan.
No sólo es que la filosofía de la película sea simplona, sino que raya la bobería más transcendental. Los diálogos son estereotipados, previsibles. Interpretados horriblemente, dirigidos aún peor.
El casting desacertadísimo, el joven bajo (Daniel Brühl creo) es un lechoso con la barba de un niño de teta, no se le vería rebelde ni se hubiese asesinado a tres viejas con un pilot. Al chico alto (Stipe Erceg creo) le esculpieron la cara a a cinzel, convirtiéndose su cara en algo bastante desagradable de ver. El viejo es un traidor desde la primera toma, se hace tan previsible su cara malévola hace que cualquier parecido con la bondad sea mera coincidencia.
Esta es la típica película mala que me cabrea, porque se huele el dogmatismo, la necesidad docente, no te dejan disfrutar del arte por el arte.
Fran, vas a odiar esta película, lo sé.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tremendamente previsible el final, todos sabíamos que el viejo les iba a traicionar, todos sabíamos que cuando la policía llamaba a la puerta y los jóvenes escuchaban, al mismo tiempo, el ruido de la puerta, estabamos viviendo un truco de montaje.
El corazón hippiesco del viejo, ganando tres millones al año, no se lo traga nadie ni con agua.
El corazón hippiesco del viejo, ganando tres millones al año, no se lo traga nadie ni con agua.