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Voto de el_desertor:
4.393
Drama. Comedia. Fantástico
Una muñeca hinchable de tamaño natural vive en un modesto piso de Tokio. Es la única compañía de su solitario amo, un hombre de mediana edad. Él le habla, la baña y le hace el amor cada día cuando vuelve del trabajo. Sin embargo, esta rutina se rompe cuando, de repente, la Muñeca Hinchable cobra vida y con ella un alma. Acaba de nacer y no entiende lo que ocurre a su alrededor, aunque se da cuenta de que existe otro mundo más allá de ... [+]
4 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la parte técnica, no hay nada que objetar. Realismo mágico, rollo gafa pasta, muy bien rodado y tal.
Doona Bae es monísima de la muerte, luce muy bien en pantalla, y es la primera trampa para colarnos un guión que explica mas que cuenta, camuflado en metafórica ambigüedad.
Ayer ponían en la tele Piratas del Caribe 4, tarde. Así, medio dormido, medio despierto, mientras remataba las últimas porciones de turrón navideño y de las vacaciones, pude apreciar alguna cosa que me trae a esta crítica. Un secundario se enamora de una sirena, también monísima de la muerte, y en un momento, así como medio moribundo le dice "algo tan bello no puede ser malo" (más o menos).
La idea es esa, algo tan bello no puede ser malo. No me quiero poner psicoanalítico, pero así nos venden desde un coche hasta unas patatas fritas o un desodorante. Es una asociación tan vieja como el mundo, pero una trampa si pensamos en la narrativa.
Para valorar esta película tenemos entonces que sustituir a la muñeca cachonda por una tía que no lo esté... y entonces descubrimos que no hay tanta película.
No hay poesía, ni fábula, ni metáfora, ni simbolismo... La insoportable verdad de esta película es que detrás de su sofisticación y originalidad está vacía como su protagonista.
Destacado: Participa en un papel secundario pero perfectamente llevado la elegantísima Sumiko Fuji, esta también estaba buena... pero es que repartía leches como soles de grandes.
Doona Bae es monísima de la muerte, luce muy bien en pantalla, y es la primera trampa para colarnos un guión que explica mas que cuenta, camuflado en metafórica ambigüedad.
Ayer ponían en la tele Piratas del Caribe 4, tarde. Así, medio dormido, medio despierto, mientras remataba las últimas porciones de turrón navideño y de las vacaciones, pude apreciar alguna cosa que me trae a esta crítica. Un secundario se enamora de una sirena, también monísima de la muerte, y en un momento, así como medio moribundo le dice "algo tan bello no puede ser malo" (más o menos).
La idea es esa, algo tan bello no puede ser malo. No me quiero poner psicoanalítico, pero así nos venden desde un coche hasta unas patatas fritas o un desodorante. Es una asociación tan vieja como el mundo, pero una trampa si pensamos en la narrativa.
Para valorar esta película tenemos entonces que sustituir a la muñeca cachonda por una tía que no lo esté... y entonces descubrimos que no hay tanta película.
No hay poesía, ni fábula, ni metáfora, ni simbolismo... La insoportable verdad de esta película es que detrás de su sofisticación y originalidad está vacía como su protagonista.
Destacado: Participa en un papel secundario pero perfectamente llevado la elegantísima Sumiko Fuji, esta también estaba buena... pero es que repartía leches como soles de grandes.
