La primera vez la vi en un avión volviendo de China, miento, en realidad era la segunda parte de esta peli. En ella Ip Man se pelea con un "evil foreigner", un boxeador inglés malísimo y loquísimo. Me pareció una peli entretenida por la demencial e increíble coreografía de sus peleas. También me gustó la fotografía, el vestuario y ese estilo tan chino entre lo teatral y lo cinematográfico (a veces muy exagerado en las emociones). Como la vi en chino subtitulado en inglés me costó dar con la Ip Man 1, pero al final la vi. Más de lo mismo, aunque con pretensiones de biopic.
Luego me interesé en el personaje. Luego en la historia de la invasión japonesa (que la conocía a medias) y de las atrocidades cometidas por sus primos de la isla.
Así que ya en contexto pude apreciar esta saga de pelis como una exaltación del espíritu patrio chino, no del nacionalismo chino, sino de los chinos, de sus valores (o los que les gustaría tener) y de su coraje o resistencia o tenacidad ante el sufrimiento de muchos siglos de pobreza, explotación y genocidio a manos de medio planeta.
Esto se ve muy bien reflejado en como todos los personajes que se nos plantean más o menos egoístas y más o menos malévolos o presuntuosos en la primera parte de la película, en la segunda, se redimen a través del sacrificio por los compatriotas. Todo bajo el estímulo de la personalidad justa, paciente pero también letal, de esta mitificación del personaje histórico que fue Ip Man.
Sin olvidar que hay un cierto componente de propaganda, que hasta cierto modo me parece justo tolerar en vista de las atrocidades sufridas por allí, la peli que había visto era una clara réplica de la primera, esencialmente la misma, con todas sus virtudes.
Algo más sobria y menos variada, más seria, esta peli es una joya del cine de artes marciales hongkones y si te gusta el género, no puedes dejar de verla.